En su discurso ante el Parlamento Europeo, el rey Felipe recordó las crisis que ha afrontado la UE en los últimos años y subrayó que “en estos tiempos de guerra, incertidumbre y malestar social, Europa y el mundo necesitan urgentemente esperanza. Aunque la UE se mantuvo unida en su apoyo a Ucrania y en la lucha contra la COVID-19, reiteró la necesidad de una UE menos fragmentada. Dijo que la UE necesita trabajar colectivamente en nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, los semiconductores y los minerales raros, ya que está rezagada en invención e innovación. “La solución será abogar por la apertura de los mercados y garantizar la igualdad de condiciones para nuestras importaciones”, dijo.
También pidió unidad en la lucha contra el cambio climático, diciendo que aún queda mucho por hacer para que la UE cumpla sus objetivos climáticos para 2030 y 2050. “La política climática también nos ayuda a lograr esta otra gran ambición: la independencia estratégica de la UE”, dijo, añadiendo que la energía renovable hará que la UE sea menos dependiente de la energía importada.
En su discurso, el rey Felipe habló de la importancia del pilar europeo de derechos sociales y de la dimensión social de la UE con sus “robustos mecanismos de justicia social”. Subrayó su importancia para que “los jóvenes, los ciudadanos del mañana, mantengan la fe en Europa”, quienes a menudo son críticos con el modo de vida europeo y con el mundo político.
Expresó preocupación por la creciente tendencia autocrática en el mundo y la pérdida de confianza en las instituciones políticas. El rey Felipe defendió la necesidad de “implicar más estrechamente a los ciudadanos en los procesos democráticos” para que “la defensa de la democracia dentro de la UE esté viva y coleando”.
Encuentre el discurso completo en el sitio web del Parlamento.
