Se trata de seis artistas que se han unido en torno a un proyecto común. Carole Nouet, diseñadora y polifacética, desarrolla el concepto: “Lo imaginé como una hoja que se desdobla y cada pliegue corresponde a una etapa del proyecto. El primero es el trabajo que realicé alrededor de flores descoloridas (aros) que Dibujé sobre las hojas y lo que llamé ‘Los efectos deseables del desvanecimiento’ tenía en mente inspirarme en las coreografías de Loïe Fuller. Bailarina estadounidense, que bailaba formando flores con velos (danza serpentina). Conocí a Mitsou Jonkeau, quien aceptó bailar para probar la asociación entre el dibujo, la danza y el cuerpo. Maxim Cassino, quien aceptó tomar fotografías espontáneas y establecer los resultados de nuestra. investigación.”
Max dice estar especialmente satisfecho de haber podido participar en esta aventura. Confiesa: “Entré enseguida y gracias a Emma, la directora del museo de la imprenta efímera, pudimos trabajar con total tranquilidad. Ella nos proporcionó una habitación donde estábamos los seis capaz de darle vida a la experiencia Con la fotografía intentamos transcribir la unión mujer-flor y demostrar que pueden convertirse en una sola. A lo largo del proyecto se fueron sumando otros talentos: Mélaine Jonckeau, cineasta que filmó las sesiones, acompañada por el músico Félip Costes, que improvisó completamente las coreografías, y Dam-Dam, un fotógrafo que experimentó con técnicas químicas para trabajar. fotografías, utilizando diversos soportes como telas o paredes. El título de la exposición, 11 minutos 33, corresponde a la duración de la actuación de la bailarina.