En el Museo de Pont-Aven, cara a cara con Émile Bernard

En el Museo de Pont-Aven, cara a cara con Émile Bernard
En el Museo de Pont-Aven, cara a cara con Émile Bernard
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Posa en tonos de azul intenso, tiene una mirada clara y seria, lleva una barba de chivo y un bigote rojos, y su amplia frente queda oculta por su sombrero de aspecto español. En 2025, los visitantes del Museo de Pont-Aven podrán mirar fijamente a Émile Bernard a los ojos, gracias al autorretrato que la institución acaba de adquirir.

Figura esencial de la Escuela de Pont-Aven, Émile Bernard (1868-1941) se representó ampliamente. Se enumeran así unos cuarenta autorretratos del artista. Pero de su época española, hasta ahora sólo se han localizado tres, en museos de Amsterdam y Roubaix, así como en una colección privada. Este es el cuarto de la serie.

De Bernardo… a Picasso

Pintado en 1897, este óleo sobre lienzo de 45 x 40,5 cm no es un testigo de la Escuela de Pont-Aven. “Sino más bien la evolución estilística de algunos pintores después de su salida de Pont-Aven”, subraya Sophie Kervran, conservadora del museo.

De hecho, a finales del siglo XIX, Émile Bernard había abandonado las orillas del Aven hace unos años, enojado con Gauguin. Tras su paso por Egipto, emprendió “un viaje un tanto deprimente a España”, continúa Sophie Kervran. Y tiene una revelación cuando descubre, en las iglesias, determinadas obras, como las de Zurbarán. Luego abandonó el sintetismo propio de la Escuela de Pont-Aven por cosas un poco más clásicas”. Incluso menciona una posible influencia sobre otro maestro. “Picasso vio los autorretratos de Émile Bernard de esa época”, dice. Y esto justo antes de que el artista español entrara en su “período azul”.

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Alrededor de este autorretrato que data de 1897, Olivier Bellec, presidente de Concarneau Cornouaille Agglomération, Jacqueline Le Goff-Ruiz, ex presidenta de los Amigos del Museo de Pont-Aven, Christian Dautel, vicepresidente del CCA y alcalde de Pont-Aven Aven, Sophie Kervran, conservadora del museo, y Erwan Le Glouannec, presidente de los Amigos del museo. (Le Télégramme/Olivier Desveaux)

Se verá en junio de 2025.

Hasta ahora, este autorretrato sólo se conocía a partir de una fotografía en blanco y negro. Antes de su lanzamiento la primavera pasada mediante una venta pública en Christie’s. Por tanto, esta adquisición se realizó de forma preferente, por un precio de 40.000 euros (costes excluidos). Una compra realizada por Concarneau Cornouaille Agglomération, con la participación de la asociación de Amigos del museo y del Estado. “Es una obra importante para nuestras colecciones”, asegura el curador, recordando que se hace eco de otra adquisición reciente, un retrato al pastel de Émile Bernard realizado por Émile Schuffenecker.

Aún así, el público tendrá que esperar para captar la mirada de Émile Bernard. Este autorretrato no se exhibirá hasta junio de 2025, en el marco del 40º aniversario del museo y de una exposición que reunirá obras de Bernard y Gauguin. Un diálogo silencioso pero que puede resultar rico.

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