Huérfanos de cualquier lienzo, los ganchos que salpican las paredes del taller parisino de Titouan Lamazou, a orillas del Sena, indican el final de un ciclo de creación. Y la bolsa de viaje tirada sobre el suelo de cemento desnudo confirma que el artista está en tránsito.
Durante tres semanas, el pintor viajero y ex navegante oceánico, de 69 años, supervisó la colocación de sus cuadros más recientes en el museo de arte moderno y contemporáneo de Sables-d’Olonne (Vendée). Una multitud de cielos mágicos captados a lo largo de dos años de peregrinaciones desde el Caribe hasta las Marquesas, y agrupados bajo el título “Bajo las estrellas”, serán descubiertos hasta el 2 de marzo de 2025, es decir, finales del siglo 10.mi Vendée Globe.
Coronado ganador de la primera edición de esta vuelta al mundo cuatrienal en solitario, sin escalas y sin asistencia, apodada el “Everest de los mares”, el 16 de marzo de 1990, después de 109 días, 8 horas y 48 minutos de navegación a través de los Cabos. de Bonne-Espérance (Sudáfrica), Leeuwin (Australia) y Horn (Chile), Titouan Lamazou ya no tiene mucho en común con los cuarenta patrones –entre ellos seis mujeres– que Saldrán de la localidad balnearia el domingo 10 de noviembre a las 13:02 horas, en sus monocascos (Imocas) de 18 metros de eslora.
“Las carreras en alta mar en solitario fueron un paréntesis en mi vida de pintor vagabundo, la victoria me obsesionaba, pero después de ganar la Vendée Globe, que sigue siendo hasta el día de hoy un pináculo, el deseo de llegar delante de los demás me abandonó y sólo siguió la carrera desde una distancia muy lejana’,resume el hombre de cabello ahora blanco pero aún indomable.
Antoine Lamazou (“la casa”, en el dialecto bearnés de sus antepasados) no estaba predestinado a viajar por los océanos. “ Desde los 11 años decidí convertirme en artista. », explica el hombre que nació en Casablanca, en Marruecos, donde trabajaba en ese momento su padre, ingeniero central.
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Titouan, sin embargo, tuvo serios problemas cuando se alineó al inicio de la primera Vendée Globe. A los 17 años abandonó las Bellas Artes de Marsella para “ descubrir el mar » haciendo autostop en barco. En Canarias y luego en el Caribe vivió” casi tres años » tomando retratos en las terrazas de los cafés.
Celebra su cumpleaños número 20 en Santa Lucía, a bordo viernes 13el legendario tres mástiles de casi 40 m construido para las regatas en alta mar a principios de los años 1970 y reciclado en un crucero para turistas ricos por los navegantes Jean-Yves Terlain, tío de Loïck Peyron, e Yvon Fauconnier. “ Me contrataron como manitas », recuerda Lamazou.
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