A finales de julio de 1925, París acogió la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas. Para la ocasión, el puente Alejandro III se ha transformado en la calle de las Boutiques y está repleto de visitantes. Llama la atención el frente del número 16, con sus grandes letras con curvas Art Déco que rezan: “Sonia Delaunay. Simultáneo.” En el escaparate, un colorido despliegue: bolsos, bufandas, pieles y un sombrero. Quien los diseñó y bordó a mano recibe a clientes de todo el mundo en la parte trasera de esta tienda pop-up del siglo pasado. A veces se escapa para ayudar a las modelos a ponerse los vestidos que ha creado y acompañarlas al desfile de moda que se celebra al aire libre.
Noventa y nueve años antes de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos imaginada por Thomas Jolly y noventa y ocho años antes de la privatización del Pont-Neuf por Pharrell Williams para el desfile de Louis Vuitton, Sonia Delaunay transformó el puente Alexandre-III en podio. El mundo descubrió entonces su talento como estilista. Siempre adelantado a su tiempo, el artista de las mil caras, al que las galerías Roger-Viollet y Zlotowski rinden homenaje en París, hasta el 16 de noviembre, marcará a su manera la historia de la moda en esta vibrante época de los locos años veinte. , que vio explotar la fama de Jeanne Lanvin, Gabrielle Chanel y Madeleine Vionnet.
Fue una casualidad que Sonia Delaunay, una joven madre y pintora ya reconocida, se lanzara a la moda, una disciplina bastante mal vista en el mundo del arte. En 1911, creó una manta para cuna, hecha con varios trozos de tela, para su hijo Charles. “Lo compuse por diversión y lo hice a mi gusto”. ella recuerda en el documental Sonia Delaunay, tomas para una monografía (1972), de Patrick Raynaud, con su acento y sus “r” rocas que trajo de Ucrania, donde nació en 1885.
Este mosaico textil inspirado en las tradiciones artesanales ucranianas será el punto de partida de sus vestidos denominados “simultáneos”. “Sé que cada color tiene su propia vida”, dice, explicando así el simultaneismo, una invención del matrimonio Delaunay que explora la interacción de los colores. En el programa “Quatre temps”, emitido en 1968 en el primer canal, le dice riendo a Jacques Dutronc, quien la interroga: “Hice mi primer vestido en 1913, utilizando muestras de sastrería que mi marido me trajo a casa. »
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