No es fácil establecerse en Japón y hacerse un hueco en el mundo de los arquitectos. Mariam Chaieb está empezando a hacerse un hueco gracias a la fusión de conocimientos internacionales y a una búsqueda incesante de innovación. Graduada por la Escuela Nacional de Arquitectura y Urbanismo, ampliará su experiencia con una serie de prácticas en grandes firmas de Francia, alternando con formación especializada. Sin dudarlo, en 2021 dará un salto audaz a Tokio, donde se unirá a la agencia Kyodo Sekkei Co. Ltd, para luego forjar su propio camino… que la llevará hacia la Exposición Universal de Osaka 2025, con Mourad Zoghlami.
El destino me llevó a Japón después de varios años de trabajo en París. Mi viaje me trajo aquí con mi pareja y rápidamente entendí que este país, aunque fascinante, no es para todos. La competencia es intensa, el rápido ritmo de vida, la complejidad del idioma y las grandes diferencias culturales requieren una adaptación real.
¿Es fácil la tarea?
Japón es un desafío diario.
Adaptarse a la ubicación geográfica, la cultura laboral y el idioma requiere mucha perseverancia. Pero también es un ambiente increíblemente gratificante, especialmente para alguien que quiere esforzarse.
¿Cuáles son los principales proyectos en los que estás trabajando actualmente?
Actualmente, mi proyecto estrella es el Pabellón de Túnez para Osaka 2025. Este proyecto es complejo y exigente, en particular debido a los plazos ajustados y a los numerosos desafíos técnicos y culturales. Al mismo tiempo, estoy trabajando en varios proyectos hoteleros, especialmente en Indonesia y Tokio.
¿Cómo construiste esta asociación con Mourad Zoghlami?
Es un proyecto que requiere la colaboración entre un arquitecto tunecino experimentado y un colega consultor en Japón. Inmediatamente pensé en Mourad Zoghlami, que tiene una larga experiencia. Me puse en contacto con él y formamos un equipo. Él es el arquitecto registrado, mientras que yo trabajo como arquitecto consultor asociado, con sede en Japón. Mis principales tareas incluyen consultoría de diseño, coordinación local en Japón, implementación en obra, supervisión de construcción, así como logística y comunicación.
Ahora se trata de desarrollar los planes técnicos en estrecha colaboración con el equipo de Túnez. Una vez finalizados estos planes, se lanzarán licitaciones y entraremos en una fase decisiva que requerirá un seguimiento cuidadoso.
Túnez tendrá un pabellón maravilloso, estoy convencido.
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