La temporada 2024 de Fórmula 1 ha sido una auténtica montaña rusa para Red Bull Racing, un equipo que empezó el año con una actuación impresionante pero que flaqueó en el camino, encontrándose problemas de equilibrio e imprecisiones en el túnel de viento. Aunque el genio de Max Verstappen mantuvo al equipo a flote, las grietas en la armadura de Red Bull se hicieron cada vez más visibles, lo que finalmente les costó el Campeonato de Constructores.
Un comienzo dominante que enmascaró los problemas subyacentes
El dominio de Red Bull a principios de temporada pareció sentar las bases para otro año excepcional. Max Verstappen logró tres finales 1-2 en las primeras cuatro carreras, llevando al RB20 a siete victorias en las primeras 10 rondas. Sin embargo, según el director técnico Pierre Wache, este dominio sorprendió incluso al equipo.
“Nos sorprendió más al comienzo de la temporada por la diferencia que teníamos”, explicó Wache. “Esperábamos que toda la temporada fuera como el final de la temporada, una gran batalla con los demás”.
El éxito inicial enmascaró problemas más profundos relacionados con el equilibrio y la eficiencia aerodinámica del coche. A mitad de temporada, el desempeño de Red Bull comenzó a colapsar, comenzando una increíble racha de 10 carreras sin ganar. Las actualizaciones mal dirigidas han exacerbado los defectos de equilibrio inherentes del RB20, exponiendo vulnerabilidades en circuitos que requieren una gran capacidad para cruzar la acera, como Mónaco.
La crisis de correlación
El meollo de los problemas de Red Bull fue la falta de coincidencia entre las simulaciones en el túnel de viento y el rendimiento en pista. Wache reveló que el antiguo modelo de túnel de viento del equipo fue un factor importante en sus luchas:
“Tuvimos una pérdida de carga aerodinámica en ciertas áreas del mapa… Es un problema de correlación, y en términos de rendimiento en la pista, fue principalmente un problema de equilibrio”.
Las mejoras introducidas a mitad de temporada no dieron los resultados esperados, lo que provocó una caída notable de la competitividad. Esto fue particularmente evidente en circuitos con superficies irregulares, donde Red Bull tuvo problemas para lograr tiempos de vuelta en comparación con rivales como McLaren y Mercedes.
Una renuencia a cambiar
Aunque Red Bull identificó los problemas desde el principio, su éxito inicial les hizo dudar a la hora de implementar cambios drásticos. “Cuando regresamos a Europa y McLaren nos desafió más, se hizo más evidente que [l’équilibre] Uno de los mayores problemas para nosotros era ir más rápido”, admitió Wache.
Cuando el equipo dio un giro para abordar estas fallas, el daño ya estaba hecho. Verstappen continuó extrayendo el máximo potencial del auto, pero el desempeño decepcionante de Sergio Pérez (19 carreras sin podio) subrayó las limitaciones del RB20.
Validación al final de la temporada en Qatar
A pesar de los problemas de la temporada, Red Bull encontró cierta redención en el Gran Premio de Qatar. La victoria de Verstappen en Lusail demostró que el equipo todavía puede producir un paquete competitivo en las condiciones adecuadas. “En Qatar el coche tenía las mismas características y pudimos ganar de manera justa y crear el coche más rápido para ese circuito”, señaló Wache.
La victoria reafirmó la decisión de Red Bull de no volver a una especificación anterior, demostrando que sus problemas estaban relacionados con las demandas únicas de cada circuito y no un fracaso total de su concepto.
Mirando hacia 2025
Mientras Red Bull se prepara para la temporada 2025, el equipo ha reconocido sus deficiencias y se ha comprometido a corregirlas. Las áreas clave de enfoque incluyen mejorar la correlación aerodinámica y resolver inconsistencias en el equilibrio. Wache admitió:
“Estos elementos todavía estaban presentes al final de la temporada y debemos corregirlos para 2025”.
La temporada sirvió como una llamada de atención para Red Bull, demostrando que incluso los equipos más dominantes deben innovar y adaptarse continuamente. Con Verstappen todavía al mando y aprendiendo de sus errores de 2024, Red Bull pretende volver a la cima de ambos campeonatos el próximo año.