Mercedes F1 ha evitado las sanciones deportivas por haber modificado y anunciado la presión de sus neumáticos cuando las ruedas ya estaban montadas en los W15, antes de que se reiniciara la carrera en Brasil. Andrew Shovlin, director jefe de ingeniería de Mercedes, explica detalladamente por qué la FIA no impuso una sanción deportiva a su equipo.
“El problema fue que cuando recibimos el mensaje de reiniciar, inmediatamente quedaban diez minutos” Dijo Shovlin. “Los neumáticos tuvieron que ser instalados en el coche faltando cinco minutos. Esto significó que sólo tuvimos unos minutos para llevar los neumáticos al coche, montarlos y hacer que la FIA los revisara”.
“No funcionó. En Brasil, el diseño del pit lane es inusual. Los garajes están en lo alto. Hay que bajar rodeando la calle de entrada al pit o a través de una puerta ubicada mucho más arriba pero con la posición de nuestro garaje tuvimos que ajustar el neumático bastante para llegar al coche”.
Y es por eso que se hicieron ajustes a los autos: “El tren que solicitamos, que no era un tren sobre bastidores, sino un tren sobre patinetas para poder moverlas, no había sido purgado a las presiones de las carreras en aquel momento”.
“Los ingenieros solicitan diferentes presiones de neumáticos. Luego los técnicos corren de un lado a otro para asegurarse de que todos los juegos de neumáticos estén listos. Estos juegos de neumáticos no estaban terminados”.
“Una vez que los subimos al auto, llegamos al límite de cinco minutos, lo cual es una penalización grave si no lo cumples. Tuvimos que ponerlos en el auto. Así que comenzamos a purgarlos, pero se acabó el tiempo.”
La FIA no tuvo nada que decir sobre las presiones en sí: “Estaban satisfechos de que los neumáticos tuvieran la presión correcta. Lo que pasa es que el comisario técnico no estaba allí para supervisar el sangrado antes de que subieran al coche. Por eso fuimos convocados por los comisarios deportivos”.
Los comisarios justificaron no imponer una sanción deportiva por el hecho de que el equipo se había visto obligado a apresurar el control de presión, como confirma Shovlin: “Reconocieron que no había ninguna ventaja deportiva y que cumplimos con todas las normas en cuanto a presión de neumáticos”.
