“Es un verdadero regreso a la tierra”. Sobre el terreno de juego, Dan Lewis, entrenador de Poitevin, sólo pudo ver los daños ahondando en las estadísticas de un partido que acabó en el pebetero de Gianmarchi-Palmeira, agotado desde hace varios días, con una dura derrota por 3-0.
Más allá del revés, frente a los Niçois en fusión, llevados por el sorprendente Simon Hirsch, el mejor atacante de la MSL que anotó más de 20 puntos por partido, es la incapacidad de los jugadores de Viena para responder atléticamente a las Águilas de la Riviera cuando estos últimos acelerado en el corazón de cada conjunto.
“Estoy esperando una reacción”
“Nos faltó una respuesta colectiva y Niza ganó confianza. Perseguimos el marcador con demasiada frecuencia”. añadió el técnico canadiense del Alterna Stade Poitevin.
A pocos metros, Brice Donat podía sonreír. El técnico del Niza llegó para afrontar un reto personal en la Costa Azul tras dejar Poitiers este verano. Inevitablemente, el diagnóstico sale a la luz.
El ex técnico del Poitiers, que conocía perfectamente a sus ex jugadores, logró el disparo perfecto mientras su homólogo, tenso y a menudo irritado por el desarrollo del partido, no encontraba las claves para rebelarse.
Incluso el gran debut del experimentado argentino Franco Massimino (36 años), elegido mejor líbero de la Marmara SpikeLigue el año pasado con el Nantes-Rézé, de regreso de una larga suspensión y motivado por la idea de iniciar su contrato de arrendamiento con su nuevo club, no fueron suficientes. “No pudimos subir nuestro nivel”explicó, también decepcionado por esta velada mediterránea.
Tres olas devastadoras sufrieron
“El segundo set es sin duda el momento clave del partido”continúa Dan Lewis. Volviendo al 22-22, podríamos pensar que la madurez de Poitou podría marcar la diferencia frente al descuido del Niza.
No fue así, el Niza completó este set 26-24 y logró su victoria en idéntico escenario.
Una aceleración tan brutal como repentina que los compañeros de Earvin Ngapeth no pudieron seguir, ni de lejos, cuando el marcador estaba arriba.
Al sufrir tres oleadas demoledoras (6-1 encajado en el set 1 del 5-5 al 11-6; 5-0 en el set 2 del 6-6 al 11-6 y 8-0 en el set 3 del 12-9 al 20- 9), los hombres de Dan Lewis sufrieron sin rebelarse.
Ésta es sin duda la lección más preocupante de esta derrota, más allá del revés ante un Niza que hará sufrir a otros rivales directos esta temporada. “Estoy esperando una reacción” concluye el técnico de Alterna. Esto es bueno ya que Poitiers se reunirá con su público con las recepciones en París (sábado 9 de noviembre) y Toulouse (viernes 15 de noviembre). Inevitablemente, todas las miradas estarán puestas en los jugadores y su entrenador para empezar a avanzar una vez más.
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