Béziers recibe a Quimper este sábado 23 de noviembre en un encuentro decisivo para relanzarse en el campeonato.
Béziers recibe a Quimper este sábado en un encuentro decisivo para relanzarse en el campeonato. Actual 12micon dos victorias en nueve partidos, el contexto es inusual para el club de voleibol de Béziers. Bernard Fages, presidente del club, hace balance de la situación.
¿Cómo analiza este inicio de temporada?
No podemos decir que el inicio de temporada sea satisfactorio. Perdimos varios partidos por resultados muy ajustados, a menudo en tie-break (17-15, 15-13). Esto refleja una falta de éxito en momentos clave. Hemos renovado completamente el equipo: el 80% de los jugadores y de la plantilla, con un nuevo entrenador y un nuevo asistente. A veces estos cambios funcionan de inmediato, a veces lleva tiempo. Desgraciadamente estamos penúltimos, una posición que el club nunca ha tenido en 15 años. Es una situación estresante para todos.
¿A qué atribuye estos malos resultados?
Nos enfrentamos a varias dificultades. Primero, la falta de confianza, que nos impide terminar partidos igualados. Luego, los problemas físicos: varios jugadores están lesionados o debilitados. Todo esto pesa en los resultados. Pero este grupo tiene potencial. Lo vimos en algunos partidos en los que aguantamos bien a equipos grandes como el Nantes o el Mulhouse.
¿La moral de los jugadores se ve afectada por esta situación?
La moral no es alta, pero sigue habiendo cohesión en el equipo, lo cual es importante. Las chicas se llevan bien, no hay problemas internos. Ahora, nuestro papel como líderes y personal es encontrar las palabras y los medios para restaurar su confianza. Incrementamos nuestras conversaciones con ellos para comprender sus bloqueos y ayudarlos a liberarse.
¿Este partido contra Quimper ya es un punto de inflexión?
Es un partido muy, muy importante. Una victoria nos permitiría respirar un poco y volver a subir en la clasificación. Este también podría convertirse en un partido de referencia para devolver la confianza al equipo. Quimper es un equipo al que hay que respetar. Juegan voleibol combativo y no se dan por vencidos. Tendremos que ser serios y concentrados para aspirar a ganar.
¿Cómo se preparó para esta reunión?
Esta semana ajustamos los entrenamientos en función de los puntos débiles identificados en los últimos partidos. También tuvimos muchas conversaciones con los jugadores para liberarlos mentalmente. El objetivo es volver a encontrar el placer en el campo. Cuando un equipo juega suelto, es capaz de mostrar su verdadero potencial. Insistimos en este punto. Este grupo tiene talento, ahora debe demostrarlo en los momentos decisivos.
En caso de derrota, ¿habrá que hablar de urgencia?
Prefiero no anticiparme. Una derrota sería un duro golpe, pero seguiremos luchando. El objetivo es conseguir un puesto en los playoffs (los ocho primeros) y todavía estamos a tiempo de conseguirlo. Una vez en los playoffs, puede pasar cualquier cosa.
Frente a Quimper, el equipo de Béziers, decidido pero presionado, se prepara para librar una lucha fundamental para recuperar el rumbo.