El jefe de E.Leclerc, Michel-Édouard Leclerc, fue invitado a LCI este domingo para discutir las acciones que está tomando “sobre el terreno” para defender el poder adquisitivo de los franceses.
Aunque todavía está pendiente el nombramiento de un nuevo gobierno en Francia, la incertidumbre se apodera de gran parte del mundo económico. Invitado en LCI este domingo 22 de diciembre, el jefe de las tiendas E.Leclerc lamentó una “falta de profesionalidad” por parte de la clase política, al no poder ponerse de acuerdo sobre un presupuesto durante varios meses.
Este último no se opone a la idea de entrar en el gobierno, pero afirma ser “más útil sobre el terreno”, especialmente en la batalla de precios con sus competidores distribuidores como Carrefour o Lidl.
“Necesitamos planificación”
“Necesitamos planificación”, afirma Michel-Édouard Leclerc, lamentando pequeñas medidas “que no cambian nada”, como el impuesto a los productos dulces, una decisión considerada “no planificada” y sólo “destinada a llenar el presupuesto”. “Estos pequeños impuestos preocupan a los franceses por el hecho de que la clase política no se está tomando el asunto en sus propias manos”, lamenta.
También se hace referencia a la ley Descrozaille, que limita desde hace más de un año las promociones de productos de higiene y belleza, o a la cuestión de ampliar el uso de los vales de comida para la compra de alimentos en el supermercado. Un expediente incluido en la agenda del Senado el 15 de enero.
Sobre este último punto, Michel-Édouard Leclerc pide acelerar la agenda porque “pesará sobre los presupuestos de los hogares”. “En la Asamblea Nacional vemos el poder adquisitivo de forma macroeconómica”, acusa. “No hay un lugar tranquilo para discutir con los profesionales del sector” como el de la alimentación o el de la vivienda.
“Volver a poner en marcha el ascensor social”
Entre los demás expedientes pendientes, este último evoca la urgencia de “volver a poner en marcha el ascensor social” para permitir a los franceses “ganarse la vida trabajando”. Por lo tanto, la política de ingresos debería volver a situarse en el centro del debate parlamentario para remunerar mejor el trabajo. Una prioridad considerada más importante que la de “gravar a los más ricos”.
Así, en lugar de aumentar los costes de las empresas, el gobierno se beneficiaría, por ejemplo, de hacerse cargo de “la llegada de la revolución digital” o incluso de la “descarbonización”. “No los encuentro profesionales, pero no quiero alimentar el antiparlamentarismo”, declara al referirse a los acalorados debates entre parlamentarios y que parecen “ridículos en la escena internacional”.
Michel-Édouard Leclerc comparte, sin embargo, el interés por el debate público y la oposición, como los que existen en su sector. Una competencia sana que tampoco debería conducir a la inacción. “Creo que Emmanuel Macron cometió errores pero no es Francia, el Mercosur por ejemplo involucró a varias personas y no sólo a él”, argumenta.
Los franceses “desvinculados”
Por su parte, los franceses se habrían “desvinculado de este vodevil [politique]”, lo que también explicaría que las previsiones de consumo a finales de año “no serán tan malas”. Por otro lado, los patrones de consumo sí han cambiado y el “ahorro preventivo” se ha convertido en la norma.
Una tendencia reforzada por la falta de dirección política, en particular en lo que respecta a la inversión inmobiliaria o la adquisición de un coche nuevo. Michel-Édouard Leclerc habla, por ejemplo, de la incertidumbre sobre la “compra de coches eléctricos” que está empujando a los jóvenes a recurrir cada vez más al alquiler.
En los carritos de compra también priman la calidad y la precaución, observándose una caída en la cesta media. “Podemos darnos un capricho por menos”, explica Michel-Édouard Leclerc, citando “gamas de primer precio que ahora tienen puntuación nutricional y son de mejor calidad”.
Al igual que Alexandre Bompard en Le Parisien este domingo, Michel-Édouard Leclerc promete que “la tasa de inflación se mantendrá estable”.
“¡La gran inflación especulativa ha sido acallada! ¡Pero no es la política monetaria la que ha hecho bajar el precio de la pasta!”
Pero para lograrlo, este último no pretende depender de futuras decisiones políticas a nivel nacional o europeo. Su intención es buscar reducciones en el marco de negociaciones con los mayoristas que compran a los agricultores. “Vamos a entrar en modo combate para pedir reducciones a todas las multinacionales”, afirma, citando a multinacionales como Procter & Gamble o Unilever que se han “ocultado”.
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