Bestia negra de la izquierda, pero figura atractiva para la derecha y la extrema derecha, Bruno Retailleau logró consolidarse en tres meses. François Bayrou, nombrado en Matignon el 13 de diciembre, aún no ha formado su gobierno, pero ya ha dicho en voz alta quiénes le gustaría que permanecieran entre los ministros dimitidos.
El republicano nombrado en septiembre para el cargo de Interior por el anterior primer ministro Michel Barnier es uno de ellos. “Ha demostrado en las últimas semanas y meses que ha encontrado decisiones y orientaciones que responden a una parte de lo que pide la opinión pública”, explicó François Bayrou. ¿Cómo logró triunfar la persona que encarna una derecha dura, centrada en cuestiones de seguridad vinculadas a la inmigración? ¿Qué refleja la decisión de que permanezca en el gobierno en la futura línea política? ¿No corre François Bayrou, a su vez, el riesgo de ser censurado por su gobierno?
¿Cómo se encontró Bruno Retailleau en una posición de fuerza?
A diferencia de otros ministros dimitidos que probablemente no serán recordados dentro de unas semanas porque su paso por el gobierno fue muy breve, Bruno Retailleau supo brillar durante su estancia en la plaza Beauvau. Sus discursos, centrados principalmente en la inmigración y la “reanudación del control”, y sus posiciones controvertidas, como la relativa a la ayuda médica estatal, por citar sólo algunas, han conseguido seducir los oídos de la extrema derecha y de la extrema derecha. “Ha creado un puente entre el partido presidencial y la Agrupación Nacional, como lo hizo antes Gérald Darmanin”, analiza Philippe Moreau-Chevrolet, profesor de comunicación política en Sciences Po.
Se ha vuelto tan esencial que Bruno Retailleau impone ahora sus condiciones para permanecer en Beauvau. El viernes 13 de diciembre, el ex senador LR pidió “garantías” al nuevo Primer Ministro. Hay “cosas no negociables”, afirman a la AFP sus allegados, en referencia a “la lucha drástica contra la inmigración ilegal” y la “reducción de la inmigración legal a lo estrictamente necesario”. Luego se convirtió en una figura esencial “de una derecha sin líder, aprovechando el vacío dejado por Nicolas Sarkozy”, considera todavía el profesor de Sciences Po.
¿Cómo aprovechó el ministro del Interior la crisis de Mayotte?
Incluso en medio de una crisis humanitaria, el Ministro del Interior dimisionario mantiene su línea y aprovecha para reiterar su compromiso contra la inmigración. Después del ciclón que asoló el archipiélago de Mayotte el pasado fin de semana, Bruno Retailleau insistió el miércoles en BFMTV en que Francia debe ser “mucho más dura con las Comoras”. “Hemos dejado a los mahorais solos ante su desgracia, con esta inmigración completamente descontrolada”, subrayó el ministro.
También es uno de los dos primeros miembros del gobierno, antes del presidente y del primer ministro, que visitó el lugar. Una forma de consolidarse una vez más como una figura indispensable en el gobierno. Sobre la cuestión de Mayotte, François Bayrou incluso dio la palabra al ministro del Interior dimisionario en una rueda de prensa el pasado domingo. “A diferencia de la desastrosa comunicación de Emmanuel Macron y François Bayrou, la de Bruno Retailleau parecía clara y sobria, por lo que parecía más sólida y fiable que los demás”, considera Philippe Moreau-Chevrolet.
¿Qué significa internamente su posible (re)nombramiento?
La elección de Bruno Retailleau es “una ventaja para la unión de las derechas, pero una carga para la unión con la izquierda”, resume Philippe Moreau-Chevrolet. Su perfil “compatible con RN” muestra así la voluntad del Primer Ministro de girar hacia la extrema derecha en lugar de abrirse hacia la izquierda, opina además Philippe Moreau-Chevrolet. En realidad, François Bayrou carece de margen de maniobra: el Partido Socialista rechaza cualquier participación en su futuro gobierno. Lo cierto es que esta elección “es simbólica, ya que renunciamos a dialogar con la izquierda”, añade el profesor de Sciences Po.
Aunque esto signifique correr el riesgo de un nuevo derrocamiento del gobierno, ya que la figura de Bruno Retailleau actúa como contraste para una determinada parte de la clase política. La líder de los ecologistas, Marine Tondelier, lo describe como “un motivo de censura en sí mismo”. Por último, aunque el gobierno aún no ha sido nombrado, pero debería revelarse antes de Navidad, se vislumbra en el horizonte el riesgo de un “Barnier bis” con un “chantaje permanente a la RN”. Para evitarlo, “tendríamos que lograr convencer a los pesos pesados de otros grupos políticos, particularmente de izquierda, para que entren en el gobierno para compensar”, argumenta Philippe Moreau-Chevrolet. Por el momento, esta opción parece comprometida.
Nuestro expediente sobre el nuevo gobierno
Por último, cuando el Primer Ministro se impone al Jefe de Estado, cuando el Ministro del Interior se impone al Primer Ministro, “es porque ya no hay autoridad, no hay política de línea, no hay más centro de gravedad fuera del RN, el poder está en juego”, señala el profesor de comunicación política.
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