Se trata de una decisión que afectará al poder adquisitivo de muchos franceses. Desde el 1 de enero de 2025, el uso de vales de comida vuelve a estar sujeto a normas estrictas. A partir de ahora queda prohibida con estos títulos la compra de productos que no sean de consumo inmediato, como arroz, pasta o aceite de oliva.
Sin embargo, una encuesta de Capital reveló que en la práctica las restricciones no siempre se respetan. De hecho, algunas marcas importantes todavía permiten comprar productos “prohibidos”. Entre los distribuidores más flexibles a la hora de utilizar los bonos restaurante se encuentran Monoprix, Auchan, el grupo Système U e incluso Lidl. Sobre todo porque el hard discount solo los ha autorizado desde septiembre de 2024, recuerdan nuestros compañeros.
Un proyecto de ley examinado
Carrefour City, la marca local, también es muy laxa en cuanto a las normas de elegibilidad para los productos que se pueden comprar con vales de restaurante. Así, estos te permiten comprar allí productos de limpieza. La situación es aún más sorprendente en Franprix, donde la investigación demostró que con estos vales de pago también se podían comprar bebidas alcohólicas. Al final, sólo unas pocas marcas, como Leclerc, aplican rigurosamente las nuevas reglas. A pesar de estos resultados, Capital Recuerda que las condiciones de utilización de los bonos de comida pueden variar de una tienda a otra.
Ante el incumplimiento de la legislación por parte de las grandes marcas minoristas, los restauradores solicitaron la intervención de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF). Sin éxito, de momento. Además, el Senado examina este martes un proyecto de ley que podría restablecer el uso de vales restaurante para todos los productos alimenticios.
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