lo esencial
Tras la detención de tres influencers franco-argelinos, los dirigentes de la asociación de Toulouse temen nuevas fusiones que causarían problemas a la gran mayoría de la diáspora argelina que sólo quiere vivir en paz.
“La gran mayoría de la población franco-argelina en Francia se encuentra atrapada en un vicio. Somos ciudadanos franceses y mantenemos un vínculo con nuestro país de origen, pero viviendo en Francia debemos respetar las leyes de este país”, insiste incansablemente Mohamed Hamami.
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Ya sea en los campos deportivos, en el barrio de Bagatelle, en Toulouse, como presidente de un club de fútbol o como funcionario electo en la región de Occitania (grupo socialista y ciudadanos de Occitania), este franquista argelino de 56 años defiende, a diario, los valores de la paz y el respeto. El asunto de los influencers franco-argelinos que difunden comentarios de odio contra cualquier opositor al régimen del presidente Tebboune no deja indiferente a la diáspora argelina.
“Es normal que estas personas rindan cuentas”
En Toulouse, como en otros lugares, la gente se muestra preocupada por estos acontecimientos, “pero no debemos provocar tensiones entre Francia y Argelia”, considera el electo regional. “¿Por qué nosotros, a los 59 años, necesitamos difundir este tipo de mensajes amenazantes? Cuando no respetamos las leyes de la República Francesa, es normal que estas personas rindan cuentas”, afirmó sobre la expulsión, en Argelia, de Doualemn, el influencer de Montpellier, titular de un permiso de residencia, detenido y expulsado. a Argelia, su país de origen, que le envió de regreso a Francia.
Un viaje de ida y vuelta, símbolo de una crisis diplomática abierta entre los dos países que tiene como origen, según los argelinos de Francia, la posición adoptada por el presidente Macron a favor de Marruecos en el conflicto que le enfrenta con su vecino en materia de Sáhara Occidental. Sujeto altamente inflamable en Argelia que siempre ha reclamado este territorio.
“Educación y respeto”
“La detención de Boualem Sansal no ayudó, pero sigo convencido de que esta detención esconde algo más y que no se nos dice todo sobre los hechos subyacentes de este asunto”. Según él, las generaciones más jóvenes conectadas a las redes sociales no deben caer en la trampa de estos discursos. “Hoy vemos llegar a los barrios a muchos jóvenes sin papeles, cuya única preocupación ya no es respetar las normas y las leyes del país que los acoge, sino vivir a sus espaldas, considerando a Francia como El Dorado. La educación, el respeto, la tolerancia, son la base de todo. Estos asuntos de influencers son peligrosos porque al final son los de doble nacionalidad los que hacen el brindis y no hay que crear ninguna confusión.
Un sentimiento compartido por otro actor de la vida comunitaria, Mohamed Assi, vicepresidente de la asociación de futbolistas antirracistas. Un activista y directivo de empresa que recorre los campos de fútbol entre Francia y Argelia. “No debemos utilizar las palabras de estos influencers, que sólo les conciernen, para reavivar viejos resentimientos en ambos lados del Mediterráneo”. “El legado de la extrema derecha en Francia ha generado un clima antiargelino que queremos volver a la normalidad preservando las relaciones entre los pueblos de estos dos países”, afirmó.
Al igual que con los crímenes terroristas cometidos, supuestamente, en nombre de la religión, las personas con doble nacionalidad no quieren ser confundidas con una minoría violenta no representativa. “En lugar de curar las heridas del pasado y curar las cicatrices, estas personas, que se autodenominan personas influyentes en Internet, no deben interrumpir el trabajo de reconciliación”.