(Washington) Elon Musk interfirió una vez más en la campaña electoral legislativa alemana el jueves al llamar a votar por el partido de extrema derecha AfD, durante un intercambio en su red social X con su líder, Alice Weidel.
Publicado ayer a las 17:10.
El jefe de SpaceX y Tesla, que se convirtió en aliado y partidario financiero de Donald Trump durante la campaña presidencial republicana en 2024, ha multiplicado recientemente sus atronadoras declaraciones de apoyo a los partidos de extrema derecha en Europa, utilizando a menudo a X como megáfono.
Durante su conversación de más de una hora con Alice Weidel, Elon Musk repitió que, en su opinión, sólo el AfD podría “salvar a Alemania”.
“La gente realmente necesita apoyar al AfD, de lo contrario la situación empeorará muchísimo en Alemania”, dijo antes de las elecciones legislativas del 23 de febrero.
Al discutir numerosos temas, ambos coincidieron en particular en la necesidad de la energía nuclear, la necesidad de reducir la burocracia e incluso los peligros de la inmigración ilegal.
Tanto Alice Weidel como Elon Musk elogiaron a Donald Trump, cuyo trato por parte de los medios alemanes durante la campaña presidencial fue “asombroso”, según el líder de AfD.
El diputado alemán también expresó su esperanza de que el futuro presidente de los Estados Unidos ponga fin a la guerra en Ucrania.
“Creo que Donald Trump resolverá este conflicto muy rápidamente”, respondió Elon Musk.
El multimillonario estadounidense también interrogó al líder de la AfD sobre las recurrentes acusaciones de afiliación entre las ideas de su partido y las del partido nazi de Adolf Hitler.
Alice Weidel respondió que, por el contrario, el ex dictador alemán estaba en realidad lejos de ser un conservador como ella.
“Él era comunista y se consideraba socialista”, afirmó. Una afirmación alejada del consenso de los historiadores.
La conversación con Elon Musk terminó con preguntas relacionadas con el plan de su empresa SpaceX de ir a Marte para que la humanidad se convierta en “una especie multiplanetaria”.
El empresario de 53 años no tiene ningún papel oficial en el futuro gobierno de Trump, pero se le ha encomendado la misión de reducir el gasto público.
Su interferencia en los asuntos europeos ha sido denunciada por muchos líderes del Viejo Continente, con la notable excepción de la primera ministra italiana de extrema derecha, Giorgia Meloni.
Ella defendió a Elon Musk el jueves, diciendo que sus críticas a los líderes europeos eran escandalosas sólo porque era de derecha.