El encuentro París-Maccabi Tel-Aviv de la Euroliga de baloncesto que se celebrará el jueves en París es objeto de especial vigilancia por parte de las autoridades en relación con el conflicto palestino-israelí. Está previsto un importante sistema de seguridad para evitar cualquier incidencia. Los seguidores también se están organizando en consecuencia…
Un partido de la Euroliga como ningún otro se avecina el jueves por la noche en el Adidas Arena de París. El encuentro entre Paris Basketball y Maccabi Tel-Aviv, el gigante israelí del baloncesto europeo, se desarrollará en un contexto muy particular. En vista de la guerra en curso entre Israel y Hamás palestino en Gaza, este partido está clasificado como de alto riesgo por las autoridades.
Un sistema de seguridad reforzado
Para evitar cualquier desbordamiento, la jefatura de policía de París ha instalado un importante sistema de seguridad alrededor de la sala. El objetivo es “prevenir cualquier alteración del orden público y garantizar la seguridad tanto de los espectadores como de los deportistas”. Un decreto de la prefectura indica que esta reunión “puede constituir un objetivo privilegiado y simbólico para actos de carácter terrorista”, en un “contexto actual de altísima amenaza”.
El nivel de vigilancia es tal que la División Nacional de Lucha contra el Hooliganismo (DNLH) ha clasificado este partido en el nivel 4 en una escala de 5. Esto significa altos riesgos de tensión. El pasado mes de octubre se puso en marcha un sistema similar para el partido de fútbol de la Liga de las Naciones entre Francia e Israel en el Stade de France, movilizando nada menos que 4.000 policías y gendarmes.
Seguidores bajo escolta
En el lado de las gradas, se han reservado alrededor de mil plazas para los seguidores del Maccabi Tel Aviv en el aparcamiento de visitantes. 400 de ellos viajarán desde Israel, organizados por la asociación Fuerza de Defensa de la Diáspora. Llegarán al estadio en autobús, “rodeados de las fuerzas del orden y del servicio de protección de la comunidad judía”, explica Patrick Bensimon, cofundador de la asociación. Lamenta “tener que llegar hasta allí para ver un partido de baloncesto”.
Los aficionados sólo podrán llevar camisetas y pancartas validadas previamente por la jefatura de policía. No se tolerarán mensajes políticos. Por su parte, el kop parisino advirtió que el jueves por la noche “no habrá tambores, ni cantos, ni lonas”. “Hemos decidido no hacer de este partido un partido normal y, sobre todo, no actuar como si nada hubiera pasado”, indica el colectivo Parisii en un comunicado.
Llamadas de cancelación
En este clima tenso, algunas voces se alzaron para exigir simplemente la cancelación de la reunión. El miércoles se colocaron carteles en este sentido alrededor de la Arena, refiriéndose a un “genocidio” y mostrando el lema “Palestina libre”. Una perspectiva que, sin embargo, no está en la agenda, las autoridades confían en un sistema de seguridad masivo para permitir que el partido se desarrolle en las mejores condiciones.
La cuestión deportiva relegada a un segundo plano
A nivel puramente deportivo, hay mucho en juego para el Paris Basketball, actualmente en el primer tercio de la clasificación de la Euroliga y que se enfrenta esta temporada a un Maccabi en dificultades con sólo 5 victorias en 21 partidos. Pero en este contexto tan particular, el resultado casi pasará a un segundo plano. Lo principal será que este encuentro de alta tensión se desarrolle sin incidentes, respetando el evento deportivo. Un desafío que los distintos actores esperan lograr a pesar del difícil clima externo.
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