La actual temporada de tenis ha provocado un debate sobre la comunicación entre jugadores y entrenadores, particularmente después de los sinceros comentarios de Novak Djokovic sobre su experiencia en el Abierto de Australia de 2025. Después de vencer a Jaime Faria el miércoles, Djokovic expresó su malestar por la retransmisión de discusiones entre entrenadores y jugadores, que están permitidas en cualquier momento excepto durante el juego activo.
Este año, uno de los aliados de Djokovic en su esquina no es otro que Andy Murray. El ex número uno del mundo tomó las riendas del entrenador de manos de su viejo amigo después de retirarse del tenis profesional el verano pasado. A pesar de su estrecha relación, Djokovic dejó claro en su entrevista posterior al partido que no aprecia que sus intercambios estratégicos se transmitan públicamente.
“El único aspecto que me molesta es la posibilidad de que un miembro del equipo contrario esté escuchando nuestras conversaciones. Existe el riesgo de que puedan transmitir esta información a su equipo casi instantáneamente a través de mensajes de texto”, aclaró Djokovic.
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Sus comentarios reavivaron las discusiones sobre las implicaciones de la comunicación abierta en el deporte, planteando preguntas sobre la equidad y la estrategia en el campo. A medida que avanza el torneo, queda por ver cómo se adaptarán los jugadores a la dinámica cambiante del juego.
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