En su primera aparición como Secretario General de la OTAN ante el Parlamento Europeo, Mark Rutte hizo una cruda advertencia: Europa debe aumentar radicalmente su gasto en defensa o correr el riesgo de ver su seguridad colapsar en los próximos años. venir. En declaraciones ante los legisladores el lunes, el ex primer ministro holandés esbozó una visión ambiciosa (y controvertida) para fortalecer las capacidades de defensa transatlánticas frente a las crecientes amenazas globales.
Una nueva era de gasto en defensa
Rutte no perdió tiempo en abordar el tema del elefante en la sala: los objetivos de gasto de la OTAN. Durante años, la OTAN ha instado a los estados miembros a gastar al menos el 2% de su PIB en defensa, un objetivo que ahora cumplen 24 de sus 32 miembros. Pero el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado la presión y ha pedido a sus aliados que gasten un impresionante 5% de su PIB en defensa, una cifra muy superior incluso al 3,38% de Estados Unidos.
Aunque Rutte no apoyó el ambicioso objetivo de Trump, advirtió que Europa debe apuntar a al menos el 3,6 o el 3,7 por ciento de su PIB, particularmente si los países no logran racionalizar la adquisición de armamentos y fomentar la innovación. “Incluso con una mejor cooperación, los presupuestos de defensa superarán el 2%”. Mass advirtió a Rutte.
La seguridad de Europa: “Segura ahora, pero no dentro de cinco años”
La urgencia del mensaje de Rutte surge de un panorama de seguridad en rápida evolución. “Estamos a salvo ahora, pero no dentro de cuatro o cinco años”. dijo, citando la actual campaña de desestabilización de Rusia, las crecientes amenazas cibernéticas y los desafíos planteados por Irán y China.
Si Europa no actúa, bromeó sombríamente, “saca tus lecciones de ruso o vete a Nueva Zelanda”.
Una cooperación más estrecha entre la OTAN y la UE
Rutte también destacó la importancia de unos vínculos más estrechos entre la OTAN y la UE, instituciones que históricamente han mantenido una relación a larga distancia. La invasión rusa de Ucrania cambió esta dinámica: la UE creó su primer comisionado de defensa y un comité de defensa específico en el Parlamento Europeo.
Rutte apoyó el cambio, pero advirtió contra el traspaso de las fronteras de la UE. “La OTAN es fuerte en temas como el establecimiento de estándares para municiones de artillería, pero el mercado interno de la UE será crucial para impulsar la producción militar”, dijo, instando a las dos instituciones a centrarse en roles complementarios.
Fortalecer la industria de defensa en Europa
Una parte crucial de la visión de Rutte es revitalizar la fragmentada industria de defensa de Europa. Tras aplaudir el Programa de la Industria Europea de Defensa (EDIP) de la UE, de 1.500 millones de euros, Rutte pidió una mayor integración de los aliados no pertenecientes a la UE en la producción militar europea.
“La cooperación industrial transatlántica en materia de defensa nos hace a todos más fuertes” dijo, descartando la idea de excluir a los aliados de EDIP como contraproducente.
Ucrania: más armas, más rápido
En cuanto a la guerra en Ucrania, Rutte reafirmó el compromiso de la OTAN de ayudar a Kyiv. “La paz sólo puede surgir de un acuerdo que sirva a los intereses de Kyiv”, dijo, enfatizando la necesidad de entregar más armas a un ritmo más rápido. “No se trata sólo de Ucrania, se trata de Europa y el mundo”.
El tiempo se acaba
El franco mensaje de Rutte pone de relieve el precario estado de la defensa europea. Con las amenazas multiplicándose y las tensiones aumentando, el impulso del Secretario General para aumentar el gasto y una cooperación más profunda podría definir la próxima década de relaciones OTAN-UE.
Lo que está en juego nunca ha sido tan grande. Como dijo Rutte: “Esto no puede esperar. Debemos fortalecer la resiliencia de nuestras sociedades y nuestra infraestructura crítica ahora”.
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