En peligro, el Eventin, con un cargamento de casi 100.000 toneladas de petróleo a bordo, fue rescatado el viernes 10 de enero frente a las costas alemanas. Berlín acusa a Moscú de poner en peligro la seguridad marítima europea al utilizar barcos obsoletos o en mal estado para eludir las sanciones internacionales contra Rusia. La famosa “flota fantasma” a la que se sospecha que pertenece el Eventin.
Partiendo el 7 de enero del puerto de Luga, en el enclave ruso de Kaliningrado, en el mar Báltico, el destino anunciado del Eventin era Port Said, en Egipto, adonde debía llegar el 24 de enero. Pero este petrolero, puesto en servicio en 2006, de 274 metros de largo, 48 metros de ancho y un peso muerto de 152.000 toneladas, sufrió daños cerca de la costa alemana, al norte de la isla de Rügen. Privado de propulsión, empezó a derivar el viernes 10 de enero al mediodía. Ante el peligro que representaba, cerca de la costa y en una zona muy transitada, cerca de los pasos entre los archipiélagos daneses que dan acceso al Mar del Norte, las autoridades alemanas lanzaron una operación de asistencia para asegurar el Eventin y su cargamento. Se movilizaron varios barcos y aviones, entre ellos el remolcador oceánico VB Bremen Fighter y el buque anticontaminación Arkona, así como los remolcadores portuarios VB Luca y VB Bremen del puerto de Sassnitz. El objetivo de esta operación es mantener el petrolero en posición y garantizar la seguridad náutica a su alrededor para evitar una colisión con otro buque y, si la tripulación de 24 marineros no puede realizar las reparaciones necesarias, remolcar el petrolero hasta un lugar seguro.
Matriculado en Panamá, el Eventin pertenece oficialmente, desde la primavera de 2024, a una empresa propietaria únicamente de este buque y que está matriculada en las Islas Marshall, con un gestor con sede en los Emiratos Árabes Unidos. Berlín cree que este petrolero forma parte de la flota fantasma que permite a Rusia eludir las sanciones internacionales utilizando cientos de barcos para continuar con sus exportaciones, especialmente de petróleo. “Al utilizar de forma infame una flota de petroleros oxidados, Putin elude las sanciones”, denunció la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, que acusa a Rusia de “poner en peligro” la seguridad europea, en particular a nivel marítimo.
Si bien Europa debe afrontar acciones de sabotaje de infraestructuras submarinas, particularmente en el Báltico, las sanciones impuestas por la UE contra intereses rusos incluyen un número creciente de barcos.
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