El tráfico debería resultar especialmente complicado en el centro de Balbigny en los próximos días.
La causa fue el derrumbe durante la noche de parte de la fachada de adobe de un edificio situado a lo largo de la D1, lo que provocó el corte de este eje que une Violay con Balbigny y por el que circulan unos 3.000 vehículos diarios.
No hubo víctimas, pero los ocupantes fueron evacuados y reubicados.
“Fueron los agentes del Departamento quienes dieron la alerta alrededor de las 05:15. Estaban haciendo su ronda matutina para comprobar el estado de las carreteras cuando vieron los escombros al pie de este edificio situado en la rue du Four à Chaux, a 50 metros. después del paso a nivel hacia Néronde”, explica el alcalde de Balbigny, Gilles Dupain.
Al lugar acudieron bomberos de Balbigny, Feurs y Roanne, así como un equipo de Saint-Etienne especializado en deslizamientos de tierra.
El derrumbe de la fachada no provocó víctimas, pero obligó a la evacuación de los ocupantes del edificio. “Una pareja acababa de mudarse el sábado por la mañana. Encontramos una solución de realojamiento en una casa rural para algunos de los inquilinos. Los demás encontraron refugio con sus familias. Pero se marcharon con lo mínimo”, continúa el magistrado jefe de la ciudad.
Grietas importantes en las otras tres fachadas
El alcalde señala que el edificio presenta importantes grietas en las otras tres fachadas. “Ya habíamos alertado al propietario de este problema hace más de un año. Un experto concluyó que no había ningún riesgo”.
El Ayuntamiento emitió una orden de peligro para prohibir el acceso al edificio. Y los dos comercios vecinos no podrán abrir hasta conocer las conclusiones de un informe pericial que se publicará esta semana.
Desvíos implementados
Debido al riesgo potencial de derrumbe, se cortó el tráfico cerca del edificio y se establecieron desvíos, algunos específicos para vehículos pesados, por tiempo indefinido. Y esto para evitar este sector de la D1 que da servicio al colegio Balbigny, al instituto de formación profesional de Néronde, así como a Bussières y Violay.
Y, para no debilitar aún más el edificio, los trenes que toman la línea Roanne/Saint-Etienne, situada a unas decenas de metros de distancia, circularán a velocidad reducida para limitar las vibraciones generadas por su paso.
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