Las Fuerzas de Defensa de Israel están intensificando los preparativos para una posible gran ofensiva en la Franja de Gaza, particularmente en zonas donde no han realizado operaciones durante varios meses. Esta decisión se produce en un contexto en el que las negociaciones para un acuerdo sobre rehenes podrían fracasar. La 188.ª Brigada Blindada, recientemente redesplegada desde el Líbano, tomó posición en Jabaliya, reemplazando a la 401.ª Brigada que se retiró después de dos meses de intensos combates y la pérdida de su comandante, el coronel Ahsan Daksa. En Beit Hanoun, las fuerzas israelíes continúan su misión de demoler sistemáticamente edificios con vistas a Sderot y Erez, una operación considerada crucial para la seguridad de estas zonas fronterizas.
“Los terroristas han aprendido lecciones de sus derrotas anteriores”, dijo una fuente militar a Ynet, refiriéndose a la adaptación táctica de Hamás. Esta evolución quedó trágicamente ilustrada durante un ataque reciente en el que cuatro soldados de la brigada Nahal perdieron la vida, incluido el sargento Alexander Fedorenko, de 37 años, tras la explosión de un sofisticado artefacto explosivo.
En Jabaliya, el Batallón Tzabar de la Brigada Givati continúa registrando éxitos significativos, eliminando “docenas de combatientes enemigos en combates cuerpo a cuerpo”, según un comunicado de las FDI. El ejército también llevó a cabo ataques aéreos selectivos contra comandantes de la Jihad Islámica escondidos en la zona.
El Comando Sur de las FDI mantiene su posición respecto del uso prioritario de unidades regulares para futuras operaciones ofensivas a gran escala, evitando así alterar el calendario de los reservistas para 2025. Sin embargo, esta estrategia podría verse cuestionada si otros frentes, como el sur del Líbano, Siria o Judea y Samaria, fueron incendiados aún más.
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