Explícanos cómo se calcula el precio del oro…
El oro es un mercado global, su precio es el mismo en todas partes del planeta. El precio de la onza, que corresponde a 31,10 gramos, se fija en dólares en Londres y luego se transpone a las diferentes monedas. A la gente le interesa más el precio del lingote o del Napoleón que el de la onza. La relación entre oferta y demanda hace que el precio cambie. La cantidad de oro producida no es infinita. Además, toda la cantidad extraída desde su creación cabría bajo la Torre Eiffel. Por tanto, la oferta es limitada. En cuanto a la demanda, distinguimos entre bancos centrales e individuos. Entre estos últimos, hay dos tipos: los ricos de los países del Golfo, China o India. Países donde el entorno geopolítico es inestable, que no confían en los bancos y los mercados. Compran oro físico, que debe poder almacenarse. Para otros, es una forma de invertir, de diversificar su cartera de inversiones. Compran ETF (1), trackers: son tipos de fondos que siguen el precio del oro. Así, los inversores no tienen que preocuparse por el almacenamiento. Se trata de un fenómeno bastante reciente, de hace cinco o diez años. Esta simplificación de la compra de oro explica el aumento de la demanda.
¿Por qué decimos que el oro es un refugio seguro?
Porque el oro es un activo que tiene valor intrínseco, a diferencia del Bitcoin, por ejemplo, que en teoría no vale nada. El oro no rinde nada, no tiene rendimiento y debe almacenarse, lo que cuesta dinero. Pero el oro es anónimo. Las personas que no tienen confianza se dicen a sí mismas que si el Estado quiere cobrarles impuestos o si hay una guerra, pueden tomar su oro e irse. Siempre tendrán una manera de sacar algo de ello. Mientras que con una moneda que ya no vale nada, como la libra libanesa cuyo precio se ha desplomado, se pierde todo.
¿Qué consejo le daría a las personas que quieran vender su oro?
En primer lugar, no vender a compradores ambulantes que pasan por ciudades y pueblos. Hay que acudir a marcas consolidadas, con profesionales que estén obligados a hacer una oferta antes de que haya una transacción. Por tanto, podemos comparar fácilmente. A la hora de vender joyas, es mejor acudir a los joyeros porque las joyas pueden valer más que el oro en peso. Y en el caso de las monedas, hay que apuntar a los numismáticos.
(1) ETF: fondos cotizados en bolsa
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