BERLÍN – Los altos precios y la falta de apoyo estatal han impedido hasta ahora que los vehículos eléctricos se conviertan en el modelo de automóvil preferido de Alemania. Pero las medidas tomadas por las autoridades y la industria del automóvil parecen presagiar un cambio.
El año 2024 ha sido difícil para la industria automovilística alemana, especialmente para su gama de vehículos eléctricos.
Los niveles récord de producción nacional de vehículos eléctricos (EV) se han topado con una caída del 18% en el número de vehículos eléctricos nuevos matriculados en Alemania y débiles ventas en sus principales mercados de exportación, China y Estados Unidos.
El exceso de oferta resultante ha provocado recortes salariales, despidos y discusiones sobre posibles cierres de fábricas. El sentimiento de la industria automotriz sobre el clima empresarial se encuentra ahora en su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia en 2020.
Para los analistas, sin embargo, la situación es menos sombría de lo que parece. Creen que la electromovilidad –el uso de vehículos eléctricos– podría estar al borde de un repunte, lo que beneficiaría a los consumidores.
2025: el momento de la verdad para los fabricantes de automóviles
Este año, las normas europeas obligarán a los fabricantes de automóviles a reducir aún más las emisiones medias de su flota. Por tanto, es esencial para ellos hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles al público en general, con precios más bajos.
En 2025, el grupo de expertos El Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT) asistirá a “un aumento significativo en el número de ventas [de VE]como fue el caso entre 2019 y 2020”. Sin ningún cambio en los estándares de CO2 de la UE, 2024 fue solo uno “año de transición”, según el director general del ICCT, Peter Mock.
Los nuevos límites de emisiones de los automóviles de la UE entraron en vigor en 2020 y, a pesar de las quejas iniciales, los fabricantes de automóviles han logrado reducir las emisiones de carbono de sus productos. “hasta 20 gCO2/km en un solo año”según el grupo de expertos Transporte y Medio Ambiente (T&E).
La Comisión Europea comparte esta observación.
Refiriéndose a la experiencia de 2020 de fortalecer los estándares de CO2, Wopke Hoekstra, Comisario Europeo de Clima, Neutralidad de Carbono y Crecimiento Limpio, dijo al Parlamento Europeo en noviembre que en ese momento había habido “Sólo una empresa fue multada, lo que era completamente diferente a los miedos y ansiedades que existían antes”.
Para el comisario, no puede haber margen de maniobra con respecto a las normas más estrictas para 2025.
“Cambiar las reglas distorsionaría las reglas del juego” para los distintos grandes fabricantes europeos que “expresaron confianza en que lograrán sus objetivos”declaró en respuesta a una pregunta de los eurodiputados a principios de este mes.
¿El Estado al rescate?
Los incentivos estatales podrían desempeñar un papel clave en el aumento del número de vehículos eléctricos en las carreteras alemanas. De hecho, los estudios muestran que su precio relativamente alto es una de las principales razones por las que los alemanes se muestran reacios a comprarlos.
Todos los principales partidos políticos alemanes, con excepción del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), han respaldado la promoción de los vehículos eléctricos en su campaña para las próximas elecciones.
Las opciones barajadas van desde la reintroducción de un sistema de bonificación por compra hasta un crédito inicial de 1.000 euros para estaciones de carga, incluidos programas de alquiler social.
El canciller alemán Olaf Scholz pidió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que diera una “Impulso europeo” introducir una deducción fiscal por la compra de vehículos eléctricos privados nuevos.
Un sector de vehículos eléctricos baratos
Independientemente de las futuras subvenciones, los fabricantes tendrán que vender más vehículos eléctricos para alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones de CO2.
Dado que los precios más bajos son una forma eficaz de vender más unidades, los fabricantes de automóviles alemanes y extranjeros están utilizando esta palanca.
Con la excepción de MINI, propiedad de Volkswagen, Opel fue la única marca alemana que ofreció un modelo de vehículo eléctrico que costara menos de 30.000 euros a finales de 2024, según la asociación automovilística alemana ADAC.
Pero este año, BMW y Mercedes-Benz lanzan modelos eléctricos e híbridos con un precio de unos 40.000 euros, una novedad para las marcas que tradicionalmente se dirigen a clientes con mayores ingresos.
Volkswagen, que comercializa coches de gama media, tiene previsto lanzar un pequeño coche eléctrico llamado iD2 por menos de 30.000 euros, que estará disponible a partir de 2026.
Los analistas de mercado como Christoph Stürmer dependen en gran medida de la presión del mercado para hacer bajar los precios. Según el experto, 2025 es un “muy buen año para comprar coches eléctricos a precios bajos”.
[Édité par Alice Bergoënd]
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