Esta “flota en la sombra” ya existía antes de la guerra en Ucrania, utilizada en particular por Irán y Venezuela, dos Estados sujetos a sanciones petroleras estadounidenses, e incluso Corea del Norte.
La UE propondrá sanciones contra la “flota fantasma rusa”
Sin embargo, desde el inicio de la guerra en Ucrania hace casi tres años, “la flota fantasma, que antes transportaba mercancías principalmente hacia y desde Irán y Venezuela, se ha disparado en tamaño”, según el grupo de expertos estadounidense Atlantic Council.
Este último estima que alrededor del 17% de todos los petroleros forman parte de esta flota, que también incluye otros tipos de buques mercantes.
¿Por qué Rusia lo usa?
Embargo de petróleo, limitación del precio del crudo ruso, prohibición de prestar servicios que permitan el transporte marítimo de petróleo… numerosas sanciones contra Moscú atacan los beneficios inesperados de las exportaciones de petróleo, vitales para Rusia y, en particular, para financiar su guerra en Ucrania.
Para sortearlos, Moscú tuvo que reducir su dependencia de los servicios marítimos occidentales comprando buques cisterna a los que el país ofrece sus propios servicios de seguros.
“Estos petroleros representan el 90% de las exportaciones de crudo y el 36% de los envíos de productos petrolíferos” de Rusia según el instituto KSE de la Escuela de Economía de Kiev, y permiten a Moscú eludir el techo de 60 dólares por barril y financiar la guerra en Ucrania. .
Según la misma fuente, “196 petroleros” llenos de oro negro “zarparon de los puertos rusos en noviembre de 2024”.
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¿Cuáles son los riesgos?
El instituto KSE advierte periódicamente sobre los “enormes riesgos medioambientales para la UE” que suponen estos barcos envejecidos.
El grupo de expertos Atlantic Council estimó, a principios de 2024, que los barcos de más de 20 años deberían alcanzar el 11% de la flota mundial de petroleros este año en 2025, en comparación con solo el 3% antes de la guerra en Ucrania.
Estos barcos fantasma no cuentan con un seguro adecuado, llamado “P&I”, aunque obligatorio para los barcos comerciales, que cubra riesgos que van desde riesgos de guerra hasta colisiones o daños ambientales como derrames de petróleo.
Alrededor del 90-95% del mercado de seguros P&I está en manos de aseguradoras de la Unión Europea y el Reino Unido, que por tanto imponen las sanciones contra Moscú.
“Otros tipos de seguros, como los planes alternativos propuestos por los gobiernos ruso e iraní, son muy insuficientes”, subraya Elisabeth Braw, del Atlantic Council.
Estos factores hacen que trabajar a bordo sea “extremadamente peligroso”, advierte Braw.
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