El año cambia, el deslastre de carga permanece
La vida cotidiana de los malgaches sigue marcada por cortes de energía. Un recurso que hace años que es escaso y que, hoy en día, parece un lujo para muchos. Precisamente ayer, la compañía nacional de agua y electricidad alertó a los habitantes de la capital sobre un uso “forzado” del deslastre rotativo de carga. Según el anuncio publicado por Jirama en su página de Facebook, cada corte duró aproximadamente dos horas. Estas interrupciones rotativas, que tienen un impacto importante en la vida cotidiana de los ciudadanos, lamentablemente se han convertido en un hábito, incluso en una norma. En su comunicado de prensa, Jirama justifica la situación por la insuficiencia del combustible necesario para el funcionamiento de las centrales térmicas de la Red Interconectada de Antananarivo (RIA). “A esto se suma el agotamiento de las represas hidroeléctricas. ella especifica.
Angustia
Los incesantes cortes de energía no sólo afectan a los particulares. Esta situación también la padecen las pequeñas y medianas empresas y los autónomos. “No podemos trabajar tan pronto como se corta la luz. ¿Cómo espera que vivamos o sobrevivamos si nuestra única actividad generadora de ingresos queda paralizada? Lo que están haciendo es un sabotaje”.exclama Lôlô, director de un taller de herrería en un barrio de la capital. Las pérdidas relacionadas con los cortes de energía son considerables. Pescaderías, peluquerías, carpinterías, cibercafés… Tantas actividades económicas que dependen de un suministro estable de electricidad. Estas profesiones sustentan a miles de hogares en todo el país, pero hoy están seriamente amenazadas por la inestabilidad energética.
José Belalahy
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