Durante un discurso pronunciado en el escenario de los jóvenes republicanos de Phoenix, el recién elegido presidente estadounidense Donald Trump parece haber dejado atrás esos tonos (casi) tranquilos que había utilizado durante toda la campaña electoral para hacer una serie de promesas precisas a sus seguidores -y, en realidad, a toda la nación que gobernará a partir del próximo 20 de enero- sobre qué serán sus principales opciones de política interior y exterior tan pronto como entre oficialmente en la Oficina Oval de la Casa Blanca: desde lucha contra la ideología ‘despertada’hasta la opción de extender la mano sobre Groenlandia y el Canal de Panamá, lo que Trump promete es iniciar una nueva “edad de oro” para Estados Unidos que comenzará exactamente el 20 de enero definida desde el escenario de Phoenix “El dia de la liberacion“.
A partir del durísimo ataque contra la ideología del despertar, Donald Trump prometió a sus seguidores que el 20 de enero “firmaré decretos para prohibir la mutilación genital de los niños y para excluir de las escuelas a las personas transgénero del ejército“, prometiendo “derrotar” lo que acabe “uno mierda” y un verdadero “delirio” al presentar una nueva línea “oficial de Estados Unidos” para reconocer “Sólo dos géneros, masculino y femenino.” persiguiendo “una revolución del sentido común”.
Donald Trump: “A partir de enero iniciaremos el mayor programa de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos”
Una vez superada la cuestión de la ideología del despertar, Triunfo Luego lanzó la promesa de que durante su presidencia “firmaré una serie de decretos para cerrar la frontera a los inmigrantes ilegales” poniendo un freno definitivo “a la invasión del país” e iniciando “la El mayor programa de deportaciones masivas en la historia de Estados Unidos.“; y luego arremete también contra las “organizaciones terroristas” que -en su opinión- son los cárteles mexicanos con la “promesa, o más bien la certeza (..) de que las desmantelaremos y destruiremos”.
Finalmente, dedicándose también brevemente al tema de la política exterior, Donald Trump también definió el vasto territorio de Tierra Verde un “recurso nacional vital”, suponiendo la reapertura de las negociaciones para la adquisición con el fin de convertirlo en territorio nacional estadounidense – rápidamente desmentido por Dinamarca, que dejó claro que “es nuestro [e] no está a la venta”-; dedicando finalmente un duro ataque a la “estafa total” que es la gestión de Canal de Panamá para lo cual “le pediremos [che] ser devuelto a Estados Unidos” en una medida “crítica para el comercio estadounidense y el rápido despliegue de la Armada”, subrayando que el gobierno panameño “tendrá que aceptar la solicitud”.
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