El presidente ruso, Vladímir Putin, reconoció el jueves durante su importante rueda de prensa anual que la inflación galopante en Rusia, que se aceleró en noviembre hasta el 8,9%, era una “señal preocupante”, aunque se centró en elogiar una situación “estable”.
La inflación en Rusia se ve alimentada en particular por la explosión del gasto militar por el ataque a Ucrania, los efectos de las sanciones y el aumento de los salarios, consecuencia directa de la escasez de mano de obra en el mercado laboral, ya que las empresas se ven obligadas a ofrecer remuneraciones atractivas para contratar.
“La situación de la economía en su conjunto en Rusia es estable, a pesar de las amenazas externas y los intentos de influencia”, sin embargo, Vladimir Putin intentó convencer a los periodistas en este programa de televisión visto por millones de rusos.
La economía rusa, después de haber resistido las sanciones occidentales durante los últimos tres años, lleva varias semanas dando señales de perder fuerza: una inflación persistente que erosiona el poder adquisitivo, pero también un aumento de los tipos de interés que perjudica a las empresas, a la caída del rublo y unas perspectivas sombrías para 2025.
France
Related News :