El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este jueves 19 de diciembre que sus servicios especiales no habían logrado impedir el asesinato, el martes 17 de diciembre, del general ruso Igor Kirillov, fallecido en una explosión en Moscú reivindicada por Kiev.
“Esto significa que nuestros servicios de inteligencia dejaron pasar estos ataques”, admitió el líder durante su importante conferencia de prensa anual.
“Simplemente debemos mejorar este trabajo, no debemos permitir tales fallas”, añadió, en su primer discurso sobre este asesinato, más de 48 horas después de que se produjera.
Un sospechoso arrestado
El general Igor Kirillov murió el martes 17 de diciembre en el sureste de Moscú, en una explosión reivindicada por los servicios secretos ucranianos (SBU), un modus operandi calificado el jueves por Vladimir Putin de “terrorista”.
Su muerte en el corazón de Moscú plantea dudas sobre los protocolos de seguridad que rodean a los líderes rusos y a figuras importantes en el país, mientras que la capital rusa ha estado fuertemente protegida durante tres años.
El general Kirillov, sancionado en octubre por Londres por el presunto despliegue de armas químicas en Ucrania, es el oficial militar ruso de mayor rango que se sabe ha muerto desde el inicio de la ofensiva rusa contra su vecino ucraniano en febrero de 2022. Un sospechoso: un uzbeko ciudadano nacido en 1995 – fue arrestado, anunció el miércoles el Comité de Investigación Ruso.
Ucrania ha reivindicado o ha sido atribuido a varios asesinatos en Rusia y los territorios ocupados desde 2022, que han tenido como objetivo, en particular, a líderes militares o políticos y a partidarios ideológicos del ataque ruso.
Artículo original publicado en BFMTV.com
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