La inflación en Rusia se ve alimentada en particular por la explosión del gasto militar tras el ataque a Ucrania, los efectos de las sanciones y el aumento de los salarios provocado por la escasez de mano de obra.
Vladimir Putin en Moscú, Rusia, 19 de diciembre de 2024. (AFP/ALEXANDER NEMENOV)
Un pico del 8,9% en noviembre: la inflación galopante en Rusia es una “señal preocupante”, reconoció el jueves 19 de diciembre el presidente ruso, Vladimir Putin, quien, sin embargo, insistió en elogiar la situación económica “estable” del país.
“La inflación es una señal preocupante”, admitió el presidente ruso en los primeros minutos de su importante conferencia de prensa anual, mientras
Las autoridades apuntan oficialmente a un aumento de precios del 4%.
. “Lo que es desagradable y malo es el aumento de los precios. Pero espero que, si se mantienen los indicadores macroeconómicos, podamos afrontarlo”, añadió.
La inflación en Rusia se ve alimentada en particular por la explosión del gasto militar por el ataque a Ucrania, los efectos de las sanciones y el aumento de los salarios, consecuencia directa de la escasez de mano de obra en el mercado laboral, ya que las empresas se ven obligadas a ofrecer remuneraciones atractivas para contratar.
Esta rara admisión de Vladimir Putin se produce en vísperas de una reunión muy esperada del Banco Central de Rusia (BCR) que podría
elevar su tipo de interés clave, que ya se encuentra en un nivel récord en 20 años del 21%
. Los analistas esperan que el tipo de interés oficial suba uno o dos puntos porcentuales el viernes.
Dificultad para respirar
Esta posibilidad ya ha provocado la indignación de los grandes empresarios rusos, algunos de los cuales denuncian una “locura” que limita las inversiones y, según ellos, frena la economía nacional.
“La situación de la economía rusa en su conjunto es estable,
a pesar de las amenazas externas y los intentos de influencia
“, intentó, sin embargo, convencer a Vladimir Putin ante los periodistas en este programa de televisión visto por millones de rusos.
La economía rusa, después de haber resistido las sanciones occidentales durante los últimos tres años, lleva varias semanas dando señales de perder fuerza: una inflación persistente que erosiona el poder adquisitivo, pero también un aumento de los tipos de interés que perjudica a las empresas, a la caída del rublo y unas perspectivas sombrías para 2025.
La moneda rusa está en su punto más bajo frente al dólar y el euro
Desde marzo de 2022, el dólar se cambia actualmente por más de 100 rublos.
Vladimir Putin dijo que esperaba un aumento del PIB a finales de año del “3,9%, quizás un 4%”, pero el BCR prevé una fuerte desaceleración el próximo año, con un crecimiento previsto en 2025 de entre el 0,5 y el 1,5%.
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