El interiorista belga-congoleño Kim Mupangilaï recibió el miércoles el Premio Internacional de Diseño y Artesanía de la Fundación Boghossian.
En esta ocasión también fueron premiados los investigadores Kate Crawford y Vladan Joler, así como la joyera Joy Harvey. Con la misión de promover el vínculo entre Oriente y Occidente a través del arte, la fundación belga apoya a artistas cuyo trabajo participa en un “un mejor entendimiento mutuo entre culturas”. El miércoles premió a los ganadores de la primera edición de su Premio Internacional por su “reflexión en torno al diálogo intercultural”.
Kim Mupangilaï, una diseñadora belga-congoleña afincada en Nueva York, recibió el Premio de Diseño y Artesanía por su trabajo en la intersección entre el arte congoleño y el Art Nouveau belga. El artista fusiona esta doble herencia con “crear diseños innovadores y culturalmente ricos”subraya la Fundación. Reconocido internacionalmente, el diseñador de interiores ha expuesto en prestigiosos eventos y colabora con instituciones para desafiar la educación tradicional en diseño.
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La australiana Kate Crawford y el serbio Vladan Joler, galardonados con el Premio de Artes Visuales, exploran el impacto oculto de la inteligencia artificial (IA). Varios de sus proyectos destacados, como “Anatomía de un sistema de IA” o “Calculating Empires” revelan la “costos sociales, ambientales y económicos” de la IA, lo que impulsó un diálogo crítico sobre el papel de la tecnología en la configuración de la dinámica de poder global.
Finalmente, la artista joyera italiana Joy Harvey recibió el Premio de Joyería. En su estudio “La Luce”, esta última combina orfebrería florentina, técnicas armenias e innovación digital. A través de la creación de joyas, Joy Harvey explora temas como la imperfección, el envejecimiento y las percepciones sociales de la belleza, desafiando los ideales convencionales.
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