Diez fabricantes de electrodomésticos y dos distribuidores fueron sancionados el jueves 19 de diciembre por la autoridad francesa de competencia y tendrán que pagar un total de 611 millones de euros en multas por colusión para mantener los precios de venta más altos entre 2007 y 2014.
Las empresas sancionadas son, según un comunicado de la Autoridad de Competencia, BSH, Candy Hoover, Eberhardt, Electrolux, Whirlpool (como sucesora de Indesit), LG, Miele, SEB, Smeg, Boulanger y Darty. Fnac Darty afirmó en un comunicado de prensa aparte que el importe de su multa ascendía a 109 millones de euros.
El objetivo de estos acuerdos, según la Autoridad: “reducir la competencia, particularmente de los distribuidores en línea, y mantener altos precios de venta para los consumidores”especifica la Autoridad. Los medios puestos en marcha abarcaron desde prohibir la venta de determinados productos en Internet hasta comunicar “precios de venta recomendados” por fabricantes con “un lenguaje codificado para ocultar instrucciones de precios”seguido de un ” vigilancia “ para garantizar que los distribuidores las respeten.
Los distribuidores que operan exclusivamente en Internet afirmaron haber sido discriminados si no tenían tiendas físicas. “Los distribuidores tradicionales, incluidos los dos principales, Darty y Boulanger, participaron plenamente en estos acuerdos”subraya la Autoridad de Competencia, insistiendo en la ” peso “ de los dos gigantes que buscaban garantizar que “Los productos que vendían no serían significativamente más baratos en otros lugares, especialmente en línea”.
Una primera sanción pronunciada en 2018
Fnac Darty había provisionado 84 millones de euros a partir del primer semestre de 2023 en previsión de esta sanción y anunció el jueves que “Registrará un cargo adicional de 24 millones de euros para el ejercicio 2024, sin impacto en los ingresos de explotación actuales”. Como otros nueve, el grupo había decidido no impugnar la denuncia notificada por la Autoridad de Competencia por “finalizar rápidamente un procedimiento complejo” y dedicarse a su “plan estratégico”.
El fabricante SEB y el distribuidor Boulanger optaron por impugnar las denuncias y fueron multados con 189,5 y 84,35 millones de euros respectivamente. En un comunicado de prensa, la SEB indicó que “presentará recurso de apelación” ante el Tribunal de Apelación de París, rechazando “cualquier alegación de que sus prácticas no cumplieron con las reglas de competencia”.
Electrolux indicó en un comunicado que había tomado nota de la sanción (44,5 millones de euros), provisionada en sus cuentas a partir de 2023. Una primera sanción, por un importe total de 189 millones de euros, fue pronunciada en 2018 en el mismo caso contra seis de los fabricantes afectados por la decisión del jueves.
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