Desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, Israel ha sido acusado por HRW de restringir el acceso de los palestinos al agua de tal manera que provocó intencionadamente miles de muertes, lo que, según la ONG, equivale a actos genocidas. Israel niega rotundamente estas “mentiras descaradas”…
El acceso al agua, un derecho humano fundamental, está en el centro de las graves acusaciones formuladas por la ONG Human Rights Watch (HRW) contra Israel en el contexto del conflicto entre este y Hamás en Gaza. En un informe publicado este jueves, HRW afirma que al restringir deliberadamente el suministro de agua a los civiles palestinos, las autoridades israelíes no sólo están cometiendo crímenes contra la humanidad, sino que también son culpables de “actos de genocidio”.
Denuncian deseo de “exterminio”
Desde el estallido de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras un ataque sin precedentes perpetrado por el movimiento islamista palestino Hamás, las condiciones de vida en el enclave de Gaza se han deteriorado drásticamente. Según HRW, las medidas de represalia tomadas por Israel, incluido el “asedio completo” del territorio ordenado el 9 de octubre por el entonces Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, tenían intencionadamente como objetivo privar a la población de recursos vitales como ‘agua.
“No habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible”
Yoav Gallant, exministro de Defensa israelí, 9 de octubre de 2023
Para HRW, estos comentarios y las acciones que siguieron denotan un claro deseo de “exterminar” a una parte de los habitantes de Gaza. La ONG documenta cuidadosamente cómo la falta de electricidad obstaculizó el funcionamiento de las bombas de agua, cómo la infraestructura hídrica fue dañada o destruida y cómo Israel restringió la entrada de materiales necesarios para las reparaciones.
Un alto costo humanitario
Las consecuencias para la salud de estas restricciones han sido desastrosas según testimonios de profesionales de la salud en Gaza informados por HRW. Se dice que la falta de agua potable ha causado o contribuido a numerosas enfermedades, provocando miles de muertes, incluso entre los niños más vulnerables. En total, se cree que más de 45.000 palestinos han muerto en esta crisis humanitaria agravada por la campaña militar israelí, que a su vez dejó más de 1.200 muertos en el lado israelí, principalmente civiles asesinados el 7 de octubre.
¿“Actos genocidas” o “mentiras descaradas”?
Para HRW, todos estos hechos constituyen claramente crímenes contra la humanidad, e incluso “actos de genocidio”, aunque la ONG tiene cuidado de no acusar directamente a Israel de genocidio, ya que no puede demostrar una intención genocida explícita. No obstante, el informe pide a la comunidad internacional que actúe para “evitar que las autoridades israelíes cometan genocidio en Gaza”.
Como era de esperar, Israel rechazó inmediatamente el informe, calificándolo de “propaganda antiisraelí” plagada de “mentiras descaradas”. Las autoridades israelíes dicen que sólo atacan objetivos militares de Hamás, a la que consideran una organización terrorista, y no buscan destruir intencionalmente a la población civil.
Pero las acusaciones de genocidio contra Israel se han multiplicado desde el inicio de esta guerra, presentadas por diversas ONG e incluso ante la justicia internacional por iniciativa de varios países liderados por Sudáfrica. Si bien este nuevo informe de HRW no permitirá sin duda resolver definitivamente la cuestión, ayuda a mantener la presión sobre Israel y a crear conciencia sobre la magnitud de la catástrofe humanitaria que se está desarrollando en Gaza.
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