Es hora de hacer un balance de Joe Biden, pero, a pesar de sus logros, recordaremos especialmente el carácter trágico de su paso por la Casa Blanca.
La mayoría de los políticos abandonan el escenario en una atmósfera de derrota que ensombrece su historial.
Pensemos en Winston Churchill, rechazado por los votantes tras su triunfo definitivo. Pronto pensaremos también en Justin Trudeau, de quien la Historia recordará sobre todo que se aferró al poder durante demasiado tiempo.
Este también será el caso de Joe Biden.
Trágico de principio a fin.
La tragedia no es nada nuevo para Biden, quien perdió a su esposa y a su hija menor en un accidente automovilístico justo antes de ingresar al Senado en 1972.
En 2016, estaba considerando postularse para presidente y podría haber derrotado a Donald Trump, pero la muerte de su hijo mayor se lo impidió. Se recuperó en 2020, pero no cumplió sus promesas de librar al país de Trump y ser un puente hacia una nueva generación de líderes.
Además, quería ser más católico que el Papa al no hacer nada para garantizar que se hiciera justicia con prontitud en los cargos penales contra Trump y, después de que su otro hijo se viera envuelto en travesuras, al permitir que Merrick Garland confiara el caso a un fiscal republicano decidido a poner a Hunter Biden en el molino.
Biden finalmente habrá concluido su presidencia perdonando a Hunter, después de haber cometido el error de prometer que no haría nada al respecto.
Un récord envidiable borrado
No sé cómo tratará la Historia a Biden, pero probablemente será menos ingrato que el electorado estadounidense.
Su presidencia comenzó con la trágica retirada de Afganistán (una retirada mal planificada por la administración saliente) y políticas de recuperación pospandemia inevitablemente inflacionarias. En ambos casos sufrió por reparar problemas antes de su mandato.
Su historial en economía y política exterior está lejos de ser malo. De acuerdo a El economistala economía estadounidense es “la envidia del mundo”. Las empresas están prosperando, el empleo está prosperando y la inflación se ha controlado mucho mejor que en otros lugares.
Donald Trump podría arruinarlo todo con sus aranceles y deportaciones masivas y se atribuirá el mérito del progreso que sigue a las inversiones récord de Biden en futuros sectores manufactureros e infraestructura pública.
En política exterior, Biden ha logrado consolidar la alianza de las grandes democracias occidentales, pero este éxito se ve amenazado por el regreso de la doctrina trumpiana que amenaza los cimientos de esta alianza.
final triste
Joe Biden ha logrado mucho para un presidente que tenía tan poco margen de maniobra en el Congreso, pero la derrota borrará su historial de la memoria.
Lo peor es que podría haber evitado este trágico final reconociendo sus propias limitaciones y dando paso antes a la nueva generación.
En lugar de partir con una nota ganadora, Biden tendrá que soportar la humillación de presenciar la juramentación del hombre que siempre se negó a admitir la derrota, que intentó retener el poder por la fuerza y abandonó silenciosamente Washington la mañana del 20 de enero de 2021.
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