La NASA acaba de rendir un extraordinario homenaje a las maravillas naturales de Argelia. Descubra qué parques nacionales han puesto su nombre a sitios marcianos y el significado más profundo detrás del gesto. Un mensaje contundente para la preservación de nuestro planeta…
En un gesto tan simbólico como extraordinario, la NASA recientemente nombró varios sitios marcianos con el nombre de parques nacionales argelinos. Una iniciativa liderada por Nourredine Melikechi, físico argelino miembro de la misión a Marte de la agencia espacial estadounidense. Su objetivo: llamar la atención sobre la fragilidad de nuestro planeta Tierra a través de este paralelo interplanetario.
Cuando el Sahara se encuentra con el planeta rojo
Tres maravillas naturales de Argelia han encontrado así a su gemelo marciano. El Parque Nacional Tassili n’Ajjer, un altiplano árido del Sahara reconocido por la UNESCO, dio nombre a un sitio del Planeta Rojo con características físicas sorprendentemente similares. Lo mismo ocurre con el espectacular cañón de Ghoufi, con sus viviendas trogloditas milenarias, y la majestuosa cadena montañosa de Djurdjura.
Cada vez que veo fotos de Marte, me recuerda a Tassili, y ahora, cuando veo a Tassili, me recuerda a Marte.
Nourredine Melikechi, físico argelino de la NASA
El Tassili n’Ajjer, un aire de déjà vu en Marte
Con sus formaciones rocosas que dominan las dunas de arena ocre, Tassili n’Ajjer presenta en realidad un inquietante parecido con ciertos paisajes marcianos. Más allá de la geología, esta meseta esconde tesoros arqueológicos únicos, incluidas fascinantes pinturas rupestres de más de 12.000 años de antigüedad.
Algunas de estas obras prehistóricas representan figuras enigmáticas, como figuras de cabeza redonda, un solo ojo y cuernos. “Divinidades marcianas”, según el arqueólogo Henri Lhote, potencialmente imaginadas por artistas de la época bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.
Ghoufi, un símbolo de resiliencia que resuena en el planeta rojo
El cañón de Ghoufi, enclavado al pie de las imponentes montañas de Aurès, evoca también ciertas zonas escarpadas de Marte. Pero más allá de las similitudes visuales, es el carácter inmutable del sitio a pesar de las edades lo que atrajo al científico argelino.
Ghoufi te da la sensación de que la vida puede ser dura, pero que al final puedes lograrlo: estas rocas sobrevivieron, la vegetación sobrevivió y también los humanos.
Nourredine Melikechi
De Djurdjura a Marte, celebrando la diversidad de hábitats naturales
Con su cadena montañosa cubierta de nieve, el parque de Djurdjura contrasta con los paisajes desérticos de los otros dos lugares. Una elección deliberada para resaltar la riqueza y variedad de los entornos naturales, en la Tierra y potencialmente en otros planetas.
Un homenaje que suena a aviso
Más allá del orgullo nacional, nombrar zonas marcianas en nombre de joyas naturales argelinas es sobre todo un llamamiento a proteger nuestro medio ambiente. Una conciencia saludable ya que el turismo, en particular el saharaui, ha experimentado un importante desarrollo en el país en los últimos años.
Nuestro planeta es frágil y esto es una señal para que el mundo cuide nuestros parques nacionales, ya sea que estén en Argelia o en otros lugares.
Nourredine Melikechi
Un fuerte enfoque simbólico que, al tejer un vínculo sutil entre la Tierra y el planeta rojo, nos recuerda poéticamente la belleza y la vulnerabilidad de las maravillas naturales de las que somos responsables. Tesoros que deben atesorarse y preservarse, aquí en la Tierra y en el espacio.
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