Un incendio provocado devastó un hospital vital en Puerto Príncipe, dejando a la población sin acceso a atención esencial. Las bandas armadas están sembrando el caos en un país ya azotado por…
La noche del lunes al martes, un importante hospital de la capital haitiana, Puerto Príncipe, fue objeto de un ataque incendiario llevado a cabo por miembros de una banda armada, dejándolo fuera de servicio. Este acto criminal, que afortunadamente no causó víctimas según fuentes cercanas al establecimiento, destruyó sin embargo infraestructuras médicas vitales, incluidos los quirófanos, el laboratorio, los escáneres y las oficinas administrativas.
Este ataque, atribuido a bandas pertenecientes a la coalición “Viv ansanm” que utilizaron cócteles Molotov, asesta un duro golpe al ya frágil sistema de salud de Haití. El hospital Bernard Mevs, conocido por sus tecnologías de imágenes médicas de vanguardia, desempeñó un papel clave en la prestación de asistencia sanitaria del país. Establecimiento privado, acogió en particular a policías heridos gracias a una colaboración con el Estado, así como a estudiantes de medicina y pacientes de todas las categorías sociales.
Incendio provocado, síntoma de una creciente inseguridad
Este incendio intencionado se produce en un contexto de creciente inseguridad en Puerto Príncipe, donde los ataques de bandas se han incrementado desde hace más de un mes en varios barrios. A principios de diciembre, al menos 184 personas ya habían muerto durante los abusos ordenados por un poderoso líder de una banda contra practicantes del culto vudú, según la ONU y una ONG local.
A pesar de la llegada este verano de una misión multinacional de apoyo a la policía haitiana, encabezada por Kenia y apoyada por la ONU y Estados Unidos, la violencia de los grupos armados no ha disminuido. Acusadas de numerosos delitos, incluidos asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros para pedir rescate, estas bandas también atacan edificios estratégicos. En noviembre provocaron el cierre del aeropuerto de la capital al tráfico comercial.
Consecuencias dramáticas para la población
Más allá de la pérdida de un importante establecimiento de salud, este incendio intencional tendrá repercusiones considerables en el acceso a la atención médica de la población haitiana. Como señala una fuente cercana al hospital Bernard Mevs, “es todo un símbolo que se esfumó”. En un país marcado por la pobreza, la inestabilidad política y la violencia endémica, la destrucción de este hospital priva a muchos haitianos de un tratamiento vital.
El impacto de este ataque sobre la prestación médica en la capital será considerable.
Una fuente cercana al hospital Bernard Mevs
Ante esta dramática situación, parece urgente fortalecer la seguridad y la estabilidad en Haití, con el fin de proteger la infraestructura esencial y permitir que la población acceda a servicios básicos como la atención médica. La comunidad internacional y el gobierno haitiano deben unir fuerzas para combatir la violencia de las pandillas armadas y restaurar el estado de derecho en el país.
Un país sumido en múltiples crisis
Desafortunadamente, este incendio intencional encaja en el contexto más amplio de las numerosas crisis que enfrenta Haití. Además de la inseguridad y la violencia de las pandillas, el país enfrenta una inestabilidad política crónica, marcada por frecuentes cambios de gobierno y protestas populares. Económicamente, Haití sigue siendo uno de los países más pobres del hemisferio occidental, con un alto desempleo y una gran parte de la población que vive por debajo del umbral de pobreza.
A estas dificultades se suman los recurrentes desastres naturales, como huracanes y terremotos, que debilitan aún más la infraestructura y las condiciones de vida de los haitianos. El devastador terremoto de 2010, que causó más de 200.000 muertes, dejó huellas duraderas en el país, tanto material como psicológicamente.
Una necesidad urgente de ayuda y solidaridad
Ante la magnitud de los desafíos que enfrenta Haití, la solidaridad internacional y la ayuda al desarrollo parecen más necesarias que nunca. Más allá de apoyar a la policía haitiana para combatir la violencia de las pandillas, es crucial apoyar el fortalecimiento de las instituciones, el acceso a la educación y la salud, así como el desarrollo económico del país.
Las organizaciones humanitarias y las ONG desempeñan un papel esencial en este contexto, brindando asistencia directa a las poblaciones más vulnerables y contribuyendo a la reconstrucción del país. Sin embargo, para que estos esfuerzos den frutos a largo plazo, es esencial que las autoridades haitianas se comprometan decididamente por el camino de la estabilidad, la buena gobernanza y el respeto de los derechos humanos.
El incendio que devastó el hospital Bernard Mevs es un nuevo golpe para Haití, que ilustra trágicamente las consecuencias de la violencia de las pandillas y la inestabilidad crónica del país. Más allá de la indignación y la tristeza, este evento debe ser un llamado a la movilización y la solidaridad, para ayudar a Haití a superar las múltiples crisis que enfrenta y ofrecer un futuro mejor a su población.
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