Los residentes de Yamena, la capital de Chad, se encontraron en una situación desesperada cuando el río Chari y su afluente Logone alcanzaron niveles récord. Esta extraordinaria inundación fue provocada por las lluvias torrenciales caídas en octubre, que sumergieron barrios enteros.
Unas 4.000 personas han encontrado refugio en el campo de desplazados de Chari-Baguirmi, en el distrito Toukra de Yamena, la capital de Chad.
“Aquí es donde vivo. Aquí es donde duermo. Eso es todo. Eso es todo lo que como. El agua destruyó todo, el arroz, el dinero, la okra. Todo, todo está en el agua”, dijo la mujer desplazada Gloria Nadgitssen.
Las inundaciones en Chad han aumentado los peligros para las mujeres y las niñas, incluidas las que se encuentran en los campos de desplazados.
“Esta inundación realmente amenazó a estas mujeres. Entre ellos conocí a una mujer cuyo marido estaba infectado con el VIH. Es madre de cinco hijos, tiene veintisiete años y su casa se le cayó encima. Ya no puede hacer nada por sus hijos, ya no puede hacer nada. Ya no tiene hogar, ni siquiera comida. Entonces la situación es realmente horrible para ella”. explicó Lucille Denembaye, partera.
Privadas abruptamente de atención médica, alimentos, refugio y agua potable, las mujeres embarazadas a punto de dar a luz han visto sus partos amenazar sus vidas, y las madres desnutridas no han podido producir leche para sus recién nacidos.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), desde julio de 2024, inundaciones catastróficas en Chad han afectado gravemente a casi dos millones de personas.
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