De gira por Francia y el extranjero, Les Joyeux Petits Souliers, una joven compañía de ballet ucraniana, ofreció un espectáculo conmovedor en la Salle Gérard-Philipe. Como apertura, sonó una sirena de guerra, que inmediatamente puso de manifiesto el doloroso clima en el que está sumido el país. Luego, los 38 bailarines, en su mayoría niños pequeños, interpretaron escenas coreográficas con virtuosismo, gracia, sonrisas espontáneas y un encanto innegable. El coro masculino Orfeus también causó impresión con una actuación rica y variada, mostrando sus poderosas voces a través de melodías tradicionales, obras clásicas y extractos de musicales. Este espectáculo fue un verdadero testimonio de valentía por parte de todos los artistas. Brigitte Delesalle, presidenta de Tarn Ucrania, la asociación solidaria que organiza esta gira, recordó las misiones humanitarias emprendidas por la asociación, en particular hacia los orfanatos y las residencias de ancianos.
También expresó su gratitud a los voluntarios que trabajan entre bastidores para mejorar la suerte de este país que sufre, entre ellos 25 familias de acogida en Tarn que han abierto sus puertas a jóvenes bailarines.
Les Joyeux Petits Souliers habrá dejado su huella, eso seguro.
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