Los servicios de aduanas, en colaboración con otros servicios de seguridad, están intensificando sus investigaciones sobre el uso del oro como medio para blanquear dinero procedente del tráfico de drogas. Se está prestando una mayor vigilancia a los circuitos comerciales legales del metal amarillo para contrarrestar estas prácticas ilícitas.
Nuevos datos proporcionados por la unidad de vigilancia y análisis de riesgos de la Brigada Nacional de Aduanas han puesto en alerta a los servicios de vigilancia de las direcciones de aduanas regionales y provinciales. Esta información revela una frecuencia cada vez mayor del uso de oro en actividades de lavado de dinero de fuentes ilegales, principalmente el tráfico de drogas. Los funcionarios de aduanas han intensificado así sus inspecciones de las rutas de suministro de este metal, controlando los puntos de fabricación, importación, exportación y venta, así como las oficinas de registro y sellos aduaneros.
Fuentes bien informadas dijeron a Hespress que los servicios de control aduanero han reforzado su colaboración con la Dirección General de Seguridad Nacional y la Gendarmería Real. El objetivo es rastrear la explotación de oro para transacciones vinculadas al tráfico de drogas, pero también el blanqueo de dinero mediante la compra y reventa de joyas y adornos de oro a través de circuitos comerciales legales. Estas actividades se observan especialmente en los suburbios de Casablanca, Marrakech, El Jadida, Rabat y Kenitra. La investigación detectó una demanda inusual de oro en estas regiones, acompañada de un aumento de facturas de venta falsificadas y de transferencias bancarias sospechosas en beneficio de determinados comerciantes.
Las mismas fuentes afirmaron que las investigaciones realizadas por los controladores aduaneros revelaron que las redes de narcotráfico utilizan cada vez más el oro para liquidar sus transacciones de forma inmediata, buscando así eludir los mecanismos de control financiero. Al evitar pagos en efectivo, transferencias bancarias y compras de bienes muebles o inmuebles, estas redes están aprovechando el reciente aumento de los precios del oro y la creciente demanda para infiltrarse más fácilmente en los circuitos comerciales legales. Esta estrategia les permite operar a pesar de las estrictas medidas de control que se aplican en los puntos de fabricación y venta, especialmente en las grandes ciudades.
Junto con los servicios de las instituciones financieras, los servicios de control aduanero monitorean cuidadosamente las transacciones comerciales relacionadas con el oro para detectar cualquier actividad sospechosa. Esto incluye monitorear el cumplimiento de las obligaciones de informar sobre transacciones financieras que superen ciertos montos, en particular mediante la notificación de transacciones sospechosas. Marruecos también adhiere a las normas internacionales para luchar contra la financiación del terrorismo y el blanqueo de dinero, como las establecidas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI). Sobre el terreno, esto se traduce en un control riguroso de las transacciones de oro, incluida la verificación sistemática de la identidad de clientes y proveedores.
Además, y según información obtenida por Hespress, la Administración de Aduanas e Impuestos Indirectos analiza ahora sistemáticamente los números de serie y los sellos registrados en las joyas de oro incautadas durante las operaciones de narcotráfico. Esta iniciativa forma parte de una investigación en profundidad del mercado local, destinada a contrarrestar los crecientes intentos de blanqueo de dinero a través del oro, que involucran tanto a marroquíes como a extranjeros involucrados en actividades sospechosas.
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