La administración civil israelí llevó a cabo el miércoles por la mañana la demolición de tres edificios en el puesto avanzado ilegal de Uz Yossef construido en terrenos privados palestinos cerca de Naplusa. A esta operación le siguió una serie de presuntos incendios provocados en comunidades palestinas circundantes.
Las autoridades informan que estas construcciones, levantadas ilegalmente, fueron evacuadas por decisión de los servicios de seguridad, en un contexto tenso marcado por numerosos incidentes violentos en la región. Uno de los edificios, que servía de sinagoga, fue objeto de especial atención durante la evacuación, ya que la policía recibió instrucciones de “sensibilidad” dado el carácter religioso del lugar.
En aparente respuesta a estas demoliciones, se denunciaron varios actos de vandalismo en Beit Purik y Hawara. Los servicios de emergencia palestinos intervinieron para apagar los incendios que afectaron a una casa en construcción, un negocio y varios vehículos. Aunque no se reportaron víctimas, los daños materiales fueron importantes.
También estallaron enfrentamientos entre israelíes y fuerzas de seguridad cerca del asentamiento de Itamar, que causaron heridas leves a dos soldados.
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