Este anuncio de Canadá es inevitablemente una mala noticia para los extranjeros procedentes de África.
El gobierno canadiense anticipa una transición significativa, ya que casi cinco millones de permisos temporales expirarán para fines de 2025.
El ministro de Inmigración, Marc Miller, dijo que la mayoría de los titulares de permisos abandonarán el país voluntariamente, mientras que la Agencia de Servicios Fronterizos (CBSA) hará cumplir las leyes para los infractores.
Ante la creciente presión sobre las infraestructuras y los servicios sociales, la administración Trudeau anunció una reducción de los niveles de inmigración.
El número de residentes permanentes se reducirá de 500.000 a 395.000 para 2025, mientras que las admisiones de trabajadores extranjeros temporales y estudiantes internacionales disminuirán un 40% y un 10%, respectivamente, para 2026.
El primer ministro Justin Trudeau justificó estas medidas citando desafíos relacionados con el crecimiento demográfico pospandemia. “Si bien los trabajadores extranjeros son esenciales, el ritmo actual de inmigración está poniendo a prueba nuestros sistemas de vivienda y atención médica”declaró.
El objetivo es aliviar la presión sobre la infraestructura y al mismo tiempo satisfacer las necesidades laborales, permitiendo a Canadá mantener un programa de inmigración sólido pero más equilibrado.
Los extranjeros procedentes de África tendrán que hacer sus propios arreglos si quieren seguir viviendo y trabajando en Canadá.
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