El invitado: Irán condena a muerte a personas con todas sus fuerzas

En los últimos días, la intensificación sin precedentes de las ejecuciones en Irán se ha convertido en uno de los indicadores más alarmantes de la crisis política y social que sacude al país. Entre el 25 y el 28 de noviembre fueron ejecutadas veintisiete personas, es decir, una cada tres horas y media.

Intimidación mediante ejecuciones: Durante la semana pasada, el sistema de justicia iraní condenó a muerte a seis presos políticos, Abolhassan Montazer, Pouya Ghobadi, Vahid Bani-Amirian, Babak Alipour, Ali-Akbar Daneshvarkar y Mohammad Taghavi. Acusado de delitos como “pertenencia a la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán” (OMPI) e “insurrección armada”, etc. En octubre, la frecuencia de las ejecuciones ya era de una persona cada cuatro horas.

Estamos al borde de que explote un barril de descontento. La profunda crisis económica que afecta a Irán es uno de los principales impulsores del descontento popular y las crecientes protestas. En su último discurso, el nuevo presidente Massoud Pezeshkian abordó indirectamente esta crisis advirtiendo que su persistencia podría desencadenar levantamientos. En su edición del 25 de noviembre, el diario “República Islámica” tituló “Temor a la revolución del ejército de los hambrientos” y denunció: “Cada día la crisis económica empeora, los pobres se vuelven más pobres, los ricos se vuelven más ricos y la sociedad está cada vez más abrumada por una élite arrogante e insensible”.

En respuesta a esta creciente amenaza, el dictador iraní Ali Jamenei, durante un discurso ante las fuerzas paramilitares Basij el 25 de noviembre, las instó a estar preparados para reprimir los “disturbios” y los “alborotadores”.

Las ejecuciones siguen siendo una herramienta de represión política. Una de las principales estrategias del régimen para sofocar las protestas es aumentar las penas de muerte contra los partidarios de la PMOI y otros opositores políticos. Según informes recientes, más de 3.600 familiares y partidarios de los muyahidines han sido arrestados. Sus identidades fueron transmitidas a las Naciones Unidas por la oposición iraní para protegerlos.

¿Cuáles son las reacciones internacionales? El 20 de noviembre de 2024, las Naciones Unidas adoptaron su resolución número 71 contra el régimen iraní en respuesta a violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos. Maryam Rajavi, líder de la oposición iraní, acogió con satisfacción la resolución e instó a la comunidad internacional a tomar medidas más enérgicas. Ella dijo: “El aumento de las violaciones de derechos humanos y el desprecio del régimen por las resoluciones de las Naciones Unidas requieren una remisión al Consejo de Seguridad y un ajuste de cuentas por parte de los líderes iraníes”.

También pidió a los países europeos que condicionen sus relaciones con Irán al cese inmediato de las ejecuciones y a que apoyen activamente los derechos humanos en el país.

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