“La guerra de precios que los distribuidores libran incansablemente entre ellos debe terminar este año. Por fin hay que pagar un precio justo a las empresas agroalimentarias para que puedan remunerar adecuadamente su trabajo y el de los agricultores”, afirma Jean-François Loiseau, presidente de la Asociación nacional de las industrias alimentarias (Ania), en este comunicado.
Mientras comienzan las negociaciones anuales entre los supermercados y sus proveedores (que determinarán en última instancia el precio de los productos adquiridos por los consumidores en las tiendas) y se reanuda la movilización agrícola en las calles, Loiseau pide a la gran distribución “que asuma su responsabilidad”.
Costos crecientes. Ania “advierte de la precaria situación económica de las 20.000 empresas” del sector, afirmando que los costes de producción están aumentando en “todos los gastos del 64% de las empresas”, citando los salarios (+4,8 % en un año), el transporte (+ 4,3%) o energía (+2,4%).
Ania estima el aumento medio de los costes de las materias primas agrícolas en un +1,6%, con fuertes disparidades, ya que algunos productos han visto dispararse sus precios, como el café (+85%), el cacao (+83%). +60%). Como resultado, según Ania, casi una de cada dos empresas experimenta “una disminución de la rentabilidad”, mientras que las necesidades de inversión son importantes porque “una de cada tres instalaciones industriales tiene más de 25 años”.
Márgenes “muy bajos”. En cuanto a los distribuidores, se hace hincapié en los “precios más bajos” para los consumidores, anunciados por varios propietarios de marcas, declaró el lunes Layla Rahhou, delegada general de la Federación de Comercio y Distribución (FCD), en Radio Classique. “Los márgenes son muy bajos” en la distribución masiva: “Es un negocio de volumen, ya no podemos recortar los márgenes tanto como nos gustaría para bajar los precios, esto debe hacerse mediante una negociación cuidadosa, obviamente en interés de los agricultores. “, dijo, creyendo que “no había transparencia” por parte de los grandes industriales sobre la remuneración de los agricultores.
Los distribuidores piden al gobierno que “los deje negociar duro con las grandes marcas que tienen grandes márgenes”, añadió, mientras que el sector agroindustrial está muy concentrado, con poco menos de 300 grandes empresas que captan el 86% de las ventas.
© Agencia France-Presse
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