“El pánico se apoderó rápidamente y provocó un movimiento incontrolable de la multitud. En la estampida, las personas fueron pisoteadas o heridas mientras intentaban huir”, dijo.
Una multitud considerable invadió el ruinoso estadio de la segunda ciudad del país, en Forest Guinea, en la frontera entre Liberia y Costa de Marfil, a 900 kilómetros y dos días de viaje de la capital, Conakry, según vídeos difundidos en las redes sociales.
“Las miles de personas que estaban en el estadio se sintieron presas del pánico y el miedo. Era como si pudieran salvarse”, dijo un funcionario municipal bajo condición de anonimato.
“Las manifestaciones de descontento con las decisiones arbitrales provocaron lanzamientos de piedras por parte de los seguidores, provocando estampidas mortales”, afirmó el gobierno en un comunicado leído en la televisión nacional.
“Los servicios hospitalarios informan de un balance provisional de 56 muertos y varios heridos”, añade, hablando de un “evento trágico”.
Los videos que circulan en las redes sociales muestran escenas de gran confusión, con personas escalando lo que parecen ser los muros circundantes del estadio para escapar, otros huyendo corriendo hacia nubes de polvo o gas.
Otros vídeos muestran numerosos cuerpos inertes tirados en la calle o uno al lado del otro en lo que podrían ser centros de salud.
Los médicos informaron el domingo a la AFP de decenas de muertes. El acceso a información verificada es muy complicado en esta remota zona.
Los medios online informaron que los servicios hospitalarios y una morgue estaban saturados por la afluencia de heridos y cadáveres. “La morgue está llena”, decía.
Instrumentalización “cínica”
El gobierno está “haciendo todo lo posible para dar las primeras respuestas a este trágico acontecimiento”, afirmó el general Doumbouya en un mensaje. “Se ha enviado una misión de emergencia encabezada por el Primer Ministro”, dijo.
Anunció la formación de una comisión de investigación “para pronunciarse sobre las causas de esta tragedia y determinar responsabilidades”.
El general Doumbouya pide “calma y serenidad” en un país pobre a pesar de sus considerables recursos naturales y con una historia contemporánea turbulenta.
La represión de una manifestación de la oposición en un estadio de Conakry dejó al menos 156 muertos en 2009, según una comisión internacional de investigación encargada por la ONU.
Los torneos de fútbol, el deporte número uno en Guinea, o las concentraciones populares en homenaje al jefe de la junta se han multiplicado en las últimas semanas. Se considera ampliamente que forman parte de una campaña para promover la candidatura del general Doumbouya para unas futuras elecciones presidenciales.
El Frente Nacional para la Defensa de la Constitución, una de las últimas voces disidentes que aún pueden escucharse en Guinea, habló de “campaña de propaganda” en un comunicado de prensa.
“Considera a Mamadi Doumbouya y a su gobierno directamente responsables de este desastre que costó la vida a ciudadanos inocentes, incluidos muchos niños”. “Esto demuestra una explotación cínica del deporte por parte de la junta, explotando estas imágenes de movilización con fines políticos”, añade.
Mamadi Doumbouya tomó el poder por la fuerza en septiembre de 2021 al derrocar al presidente civil Alpha Condé. La junta se comprometió inicialmente, bajo presión internacional, a ceder el paso a los civiles electos antes de finales de 2024. Desde entonces ha indicado que rompería su promesa.
Alpha Condé expresó una “indignación ilimitada” en las redes sociales. “En un contexto en el que el país ya está marcado por tensiones y restricciones, esta tragedia pone de relieve los peligros de una organización irresponsable y de una falta de preparación adecuada”, afirmó.
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