Nestlé dijo que sus ventas se vieron afectadas este año por el boicot a empresas vinculadas a Israel. . El El conglomerado suizo, que posee marcas como Nescafé y KitKat, se ha convertido en un objetivo importante del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) debido a su participación en el distribuidor de alimentos israelí Osem.
Capital: “Ventas lentas, escándalos sanitarios repetidos, retraso en la innovación y ahora un aumento del IVA sobre su agua embotellada de plástico… Para sacar al gigante alimentario de su mala racha, el nuevo jefe francés tendrá que trabajar muy duro.
© Ilustración Capital – Para sus aguas embotelladas, el grupo admitió haber utilizado métodos de filtración prohibidos.
La innovación consistió en conciliar el lujo y el medio ambiente, ofreciendo lo mejor de Nespresso, pero en una cápsula compostable en casa. En definitiva, ofrecer un café negro más verde. Excepto que no todo salió según lo previsto… A pesar de tres años de pruebas técnicas, el revestimiento de papel diseñado por los equipos de esta filial de Nestlé es menos práctico que su habitual carcasa de aluminio. De hecho, la dosis puede saturarse de agua y quedar bloqueada en la máquina. Esto no disuadió al grupo de lanzar su nuevo producto, en septiembre de 2023, con gran comunicación.
En el anuncio promocional, las estrellas George Clooney, Jean Dujardin y Camille Cottin incluso destacan su “sabor inolvidable“. Pero cuando lanzan el famoso “¿Qué otra cosa?“, ninguno añade el consejo que los vendedores de las tiendas se han acostumbrado a dar: “Recuerde expulsar la cápsula inmediatamente después de su uso y, si se atasca, empújela con el dorso de un lápiz.» Ya hemos visto mejores lanzamientos. Hoy, la filial de Nestlé también admite que sus laboratorios están trabajando en la optimización.
Fracaso de la innovación, el crecimiento y la confianza.
Y si sólo existiera este despilfarro de marketing… Pero, el asunto de las pizzas Buitoni contaminadas por la bacteria “E. coli» al tráfico de sus aguas minerales Vittel o Perrier filtradas ilegalmente, el líder mundial de la alimentación parece ahora propenso a los escándalos. Esta acumulación de crisis no ayuda a las cuentas del gigante suizo, minadas por una inflación galopante, que ha empujado a los hogares a recortar drásticamente su gasto en alimentos. Debido a este subconsumo, La facturación del grupo disminuyó así un 1,5% en 2023, hasta 93 mil millones de francos suizos (o casi 97 mil millones de euros).. En términos de volumen, la caída del crecimiento es aún más clara: después de una caída inicial sin precedentes, del 1,7%, que se produjo en 2022, la caída se profundizó el año pasado, hasta el -2,5%. Seguramente el grupo aún no está listo para beber el caldo, lo que sería una lástima para el productor de Maggi. Pero la alerta es grave. Los mercados financieros no se equivocaron: tras un máximo registrado a finales de 2021, de casi 130 francos suizos, las acciones de Nestlé en la Bolsa de Zúrich siguen cayendo. Al caer por primera vez por debajo del umbral simbólico de 100 francos en el otoño de 2023, valía menos de 80 francos a principios de noviembre…”
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