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Cómo la NASA protege los datos espaciales para los exploradores del mañana

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La misión de preservar los datos espaciales

La NASA ha lanzado numerosas misiones espaciales desde su fundación en 1958. Estos proyectos han proporcionado información crucial sobre planetas, asteroides, cometas e incluso las condiciones en el espacio interplanetario. Sin embargo, no todos estos datos son necesariamente fáciles de acceder e interpretar. A lo largo de las décadas, las tecnologías y los formatos de almacenamiento han evolucionado, lo que hace que ciertos datos sean más difíciles de usar. Por ejemplo, algunos datos se graban en cintas magnéticas o películas que ya no son legibles con las tecnologías actuales. Por tanto, el papel de los archiveros e investigadores especializados en la gestión de estos datos es crucial para evitar que se pierda información valiosa.

El NSSDCA, parte del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, es uno de los principales centros dedicados a la conservación de datos espaciales. La misión de este centro es recopilar, organizar y hacer accesibles datos de misiones espaciales. Esto incluye no sólo gestionar los datos actuales sino también preservar los datos históricos. El equipo dirigido por David Williams, por ejemplo, está trabajando en restaurar datos antiguos de las primeras misiones espaciales de la NASA para que puedan reutilizarse con tecnologías modernas. Esto implica un análisis en profundidad de los formatos de almacenamiento y un cuidadoso trabajo de digitalización para garantizar que estos archivos no queden obsoletos.

El desafío de la digitalización y la preservación

Uno de los mayores desafíos que enfrenta la preservación de datos espaciales es la degradación de los medios de almacenamiento. Las primeras misiones espaciales utilizaron cintas magnéticas y películas para registrar los datos recopilados, pero estos medios envejecen mal. Además, el equipo necesario para reproducir estos medios suele estar obsoleto. Por ejemplo, algunos de los medios utilizados para la misión Apolo o las primeras sondas espaciales se volvieron difíciles de leer, o incluso inaccesibles. Aquí es donde la intervención de archiveros especializados se vuelve imprescindible.

Digitalizar datos antiguos es una de las soluciones para preservar la integridad de esta información. Gracias a los avances tecnológicos, los formatos antiguos se pueden convertir en formatos digitales modernos que se pueden almacenar, compartir y analizar fácilmente. Sin embargo, esta tarea no es sencilla: implica no sólo digitalizar los medios, sino también garantizar que los datos se mantengan fieles a su contenido original. Además, es fundamental que los datos se almacenen de forma segura para evitar pérdidas o daños.

El trabajo de los equipos de la NASA no se limita a la simple digitalización. También deben garantizar que los datos digitalizados sigan siendo accesibles a largo plazo, independientemente de los futuros avances tecnológicos. Esto significa adoptar formatos de almacenamiento universales, como ASCII, que sean fáciles de leer y usar, incluso dentro de décadas. Además, los archivos deben revisarse y actualizarse periódicamente para garantizar que los datos sigan siendo accesibles a largo plazo, incluso cuando el software y los sistemas de almacenamiento evolucionan.

Microfilm que contiene datos de la misión Mariner 4 a Marte de 1964. Créditos: NASA/Lonnie Shekhtman

La importancia de los datos históricos en la exploración espacial

Aunque a menudo pensamos que los datos espaciales se relacionan con misiones recientes, los datos históricos desempeñan un papel igualmente esencial en la continuación de la exploración espacial. Tomemos el ejemplo de la misión Magallanes de la NASA, lanzada en la década de 1980. Esta misión cartografió la superficie de Venus utilizando un radar, proporcionando información crucial sobre la topografía del planeta. Estos datos, recopilados en una época en la que no existían tecnologías modernas de procesamiento de imágenes, se han reexaminado varias veces a lo largo de los años, lo que ha permitido nuevos descubrimientos a través de herramientas mejoradas de procesamiento de imágenes.

El proyecto DAVINCI, previsto para explorar Venus en la década de 2030, también utilizó datos de Magallanes para comprender mejor el planeta antes de lanzar una nueva misión. Al analizar imágenes de radar antiguas y datos científicos, los investigadores pudieron crear un mapa más preciso del planeta e incluso detectar posibles signos de actividad volcánica. Los archivos de la NASA permiten así reexaminar datos del pasado desde nuevos ángulos, con herramientas modernas, contribuyendo así a importantes avances científicos.

Una búsqueda del tesoro: la búsqueda de datos perdidos

Otro aspecto fascinante del trabajo de preservación de datos espaciales es la búsqueda y recuperación de datos perdidos u olvidados. En la época de las primeras misiones espaciales, la gestión de datos no era tan centralizada y sistemática como lo es hoy. Algunos datos se archivaron mal o incluso se perdieron por completo. Esto no impidió que los archiveros de la NASA llevaran a cabo una verdadera búsqueda del tesoro para encontrar esta información crucial.

Una anécdota particularmente famosa es la de las cintas magnéticas de las estaciones científicas dejadas en la Luna durante las misiones Apolo. Estas cintas contenían datos valiosos sobre las condiciones del entorno lunar. Sin embargo, debido a la prohibición del aceite de ballena (anteriormente utilizado para evitar el desgaste de las cintas magnéticas), estos datos se reescribieron, borrando información importante. Esta historia ilustra claramente la importancia de la gestión de datos, pero también los obstáculos imprevistos que pueden surgir en el proceso de curación.

Montones de cajas de microfilmes de las misiones Apolo, incluido lo que queda de los datos del ALSEP. Créditos: NASA/Lonnie Shekhtman

Preservar datos para el futuro

Preservar los datos espaciales es una inversión para el futuro. Si la NASA continúa descubriendo nueva información sobre nuestro sistema solar y más allá, estos datos deben preservarse no sólo para la comunidad científica actual, sino también para las generaciones futuras. Los archivos de la NASA permiten realizar un seguimiento de estos descubrimientos, para que los científicos del mañana puedan analizarlos con las tecnologías del mañana, pero también con una nueva perspectiva. De hecho, releer datos antiguos con herramientas modernas puede conducir a descubrimientos inesperados.

Por lo tanto, los esfuerzos de la NASA para preservar sus archivos espaciales son esenciales no sólo para comprender nuestro pasado, sino también para dar forma a nuestro futuro. Al garantizar que los datos recopilados durante misiones pasadas sean accesibles y reutilizables, la NASA permite a los científicos comprender mejor el universo y abrir nuevas vías para la exploración espacial. Este trabajo de conservación es la base para el futuro de la exploración espacial y es a través de él que pueden surgir nuevos descubrimientos a partir de los datos de ayer para informar las misiones del mañana.

Fuente: Space.com

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