El 27 de noviembre de 2024, dos aviones de combate rusos Su-27 interceptaron Stratofortresses B-52H de la Fuerza Aérea de EE. UU. sobre el Mar Báltico, cerca del enclave de Kaliningrado. Esta iniciativa llevada a cabo en el marco de las misiones de la OTAN, aunque calificada de “segura y profesional” por un responsable de defensa estadounidense, pone de relieve las crecientes tensiones entre Rusia y Occidente. Aquí un desglose completo de este enfrentamiento aéreo y sus implicaciones geopolíticas.
Una interceptación de alto voltaje
Los B-52 estadounidenses estaban en una misión de entrenamiento cuando fueron abordados por cazas rusos. Estos aviones formaban parte de un grupo de trabajo de bombarderos enviado a Europa a principios de noviembre. El objetivo de esta misión, denominada Ejercicio Apex Jetera fortalecer la interoperabilidad de las fuerzas estadounidenses con sus aliados europeos, en particular Finlandia y Suecia.
Durante esta operación, los B-52 realizaron lanzamientos de armas simulados en Finlandia y colaboraron con aviones de combate locales, como el F/A-18C Hornets finlandeses y el JAS 39 Gripens suecos. Esta demostración de fuerza pretende reforzar la integración de los países nórdicos dentro de la OTAN, organización a la que Finlandia se unió recientemente.
Una demostración de fuerza de Rusia
La respuesta rusa, aunque medida oficialmente, refleja el deseo de proteger el espacio aéreo alrededor de Kaliningrado, el enclave estratégico de Moscú en Europa. Las interceptaciones de este tipo no son raras, pero ponen de relieve el estado de vigilancia de las fuerzas rusas. En el contexto de la guerra en Ucrania y del suministro de armas occidentales a Kiev, esta demostración de fuerza llega en un momento crítico..
Según los expertos, esta interceptación también puede verse como una respuesta simbólica a la intensificación de los ejercicios militares de la OTAN cerca de las fronteras rusas.
El general James Hecker, comandante de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África, dijo: “ Esta misión ilustra nuestro compromiso inquebrantable con nuestros aliados europeos. Juntos estamos fortaleciendo nuestras relaciones estratégicas para garantizar la seguridad y estabilidad de la región Sin embargo, esta escalada preocupa a los analistas geopolíticos. Moscú considera una provocación la creciente presencia de fuerzas estadounidenses y aliadas en la región. Además, las relaciones entre Washington y Moscú ya están debilitadas por el conflicto en Ucrania y el envío de armas sofisticadas, como los sistemas ATACMS, a Kiev..
Un equilibrio precario en el Mar Báltico
El Mar Báltico se ha convertido en un teatro estratégico para las grandes potencias. El despliegue de bombarderos estratégicos y ejercicios militares en esta región refleja las crecientes tensiones entre la OTAN y Rusia..
Mientras Estados Unidos aumenta sus esfuerzos por fortalecer sus alianzas en Europa, Rusia está utilizando medios similares para reiterar su influencia y control sobre áreas sensibles como Kaliningrado.
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