Netflix perdió la cara por dificultades técnicas al transmitir el combate de box entre Jake Paul y Mike Tyson. Pese a todo, el potencial de su nuevo modelo de deportes en vivo sigue siendo enorme.
No faltaron los mensajes de indignación en las redes sociales durante la pelea de boxeo entre Jake Paul y Mike Tyson. No sólo porque la pelea fue una farsa (esperada) sino sobre todo porque la calidad de la imagen dejaba que desear. El streaming resultó tan arruinado como el estado físico de Mike Tyson durante la última ronda. El sitio Downdetector ha registrado más de un millón de quejas en todo el mundo. Netflix, que presentó este duelo con toda la grandilocuencia posible, perdió la cara.
El servicio de streaming admitió en la red social X que sus servidores habían tenido problemas. Al mismo tiempo, Netflix destacó que la audiencia había batido todos los récords para una transmisión en vivo. La directora, Elizabeth Stone, incluso la declaró un “gran éxito”. A pesar de los cortes, dependiendo de la plataforma, 60 millones de hogares en todo el mundo habrían visto la pelea. Una cifra aún sujeta a cautela.
Los partidos navideños de fútbol americano serán una nueva prueba para la plataforma.
Un imán para los anunciantes
A pesar del daño a su reputación, Netflix vio aumentar su precio en el Nasdaq casi un 3% el día después de la pelea. La prueba de que un evento deportivo de tanta repercusión puede atraer a un gran número de espectadores. No sólo en Estados Unidos, sino también en todo el mundo. Qué atraer anunciantes en el futuro, y dar respuesta al modelo publicitario que el gigante del streaming lanzó hace dos años. El suscriptor, gracias a esta estrategia, también puede contratar una suscripción más económica (con difusión publicitaria). Netflix predice que sus ingresos por publicidad se duplicarán en 2025.
Esa es parte de la razón por la que cambió su postura hacia los eventos deportivos. Hasta hace unos años, Netflix se centraba únicamente en documentales deportivos y restaba importancia a su interés en los derechos de transmisión de deportes en vivo, argumentando que el costo era demasiado alto y la vida útil demasiado corta para ser una inversión rentable. Esta filosofía ahora ha cambiado. El día de Navidad, Netflix retransmitirá dos partidos de la American Football League (NFL) adquiridos por 142 millones de euros para los años 2024, 2025 y 2026. Para reforzar el contenido del programa, y Como durante el Super Bowl, la superestrella Beyoncé actuará durante el entretiempo. del partido entre los Houston Texans y los Baltimore Ravens. A principios de noviembre, se habían vendido todos los espacios publicitarios para la “doble cartelera del día de Navidad de la NFL”. ¡A un ritmo de 4,7 millones por ranura! Hay que decir que los partidos navideños atrajeron una media de 28,6 millones de espectadores en Estados Unidos en 2023.
Netflix también pagó 4.700 millones de euros por los derechos del espectáculo de lucha libre en vivo semanal Lunes por la noche crudo de la World Wrestling Entertainment (WWE). Desde principios de 2025 emitirá este programa durante diez años en Norteamérica, Latinoamérica y Reino Unido. En la pequeña USA Network, el programa atrae actualmente a alrededor de un millón y medio de espectadores por semana en Estados Unidos.
Una prueba crucial
Los futuros juegos navideños de la NFL serán una nueva prueba crucial para Netflix. La plataforma de streaming deberá resolver sus problemas técnicos para entonces. La NFL enfatizó este punto después del fiasco del boxeo. Su competidor Amazon Prime ya lo ha demostrado, con Fútbol de los jueves por la noche de la NFL, que podía retransmitir partidos, aunque los siguieran “sólo” catorce millones de espectadores. Si los servidores de Netflix aguantan el día de Navidad, el camino estará abierto para que el servicio de streaming compre aún más derechos de eventos y competiciones deportivas.
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