Después de perderse el partido ante el Liverpool en la Liga de Campeones, Kylian Mbappé realizó una actuación tranquilizadora durante la victoria del Real Madrid ante el Getafe este domingo en La Liga (2-0).
Su semana empezó muy mal con este penalti fallado ante el Liverpool en la Champions. La cosa acabó mejor para Kylian Mbappé este domingo, ante el 17º de la Liga, el Getafe, con una victoria (2-0) y sobre todo un gol que coronó una redescubierta influencia en la delantera del ataque madridista.
Mbappé no lo consiguió todo ante un equipo que no vino a jugar. Su desperdicio es incluso considerable, comparado con todos esos balones que le llegaron a los pies, ya sea de cara a la portería o incluso en las diferencias que pudo haber hecho una vez lanzados por su lado izquierdo. Lo cierto es que el exdelantero del PSG volvió a encontrar la red, con un bonito gol, el segundo consecutivo para él en La Liga, gracias a un delicioso saque de Jude Bellingham.
Muy discreto al principio, Mbappé primero dejó que Rodrygo, que poco a poco desapareció, tomara protagonismo, antes de pasar a ser el centro de atención, mostrándose muy emprendedor. Bien enmarcado por la defensa contraria al inicio del partido, Mbappé se abalanzaba con avidez en los espacios cuando estos se abrían.
Nombrado hombre del partido
Desafortunadamente para él, el francés cometió un error al rematar, como este increíble error en el minuto 74. Lanzado a toda velocidad, el capitán de los blasones abrió el camino hacia la portería sorteando a Soria pero se fue demasiado antes de acertar. Desde un ángulo cerrado, su tiro cruzado se volvió más difícil de ajustar y el balón rozó el poste por poco.
Tres minutos después, fue por la derecha donde se precipitó el capitán azulgrana pero quizás también le faltó lucidez al precipitar su disparo que Soria desvió acercándose a su ángulo. Rodeado de la defensa del Getafe, Mbappé no siempre supo destacar, ni siquiera cuando dejó atrás a su círculo más íntimo. Hay que reconocer, sin embargo, una influencia redescubierta. Por él pasaron muchos cojones.
La mayoría de los ataques del Real Madrid llegaron por la banda izquierda, liderados por el campeón del mundo de 2018, perfectamente apoyado en su trabajo por un Fran García muy ofensivo. La sonrisa que se dibujaba en los labios de Kylian Mbappé, nombrado mejor jugador del partido, antes del inicio del partido no había desaparecido de su rostro cuando sonó el pitido final. Aunque imperfecta, esta actuación alentadora debería permitir a Mbappé recuperar la confianza.
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