Una treintena de activistas organizaron una acción simbólica en Bruselas para concienciar al público sobre los impactos ambientales y sociales del consumismo. Trece de ellos fueron detenidos.
Este viernes por la tarde, en pleno Viernes Negro, una treintena de activistas de los colectivos “El crecimiento mata” y “Rebelión científica” se movilizaron en Bruselas, rue Neuve. Su objetivo: Inno, unos grandes almacenes símbolo de la sociedad de consumo. Estos activistas denunciaron lo que llaman excesos de consumo, al que acusan de contribuir a la crisis ecológica y erosionar los vínculos sociales.
En una sorprendente exhibición, los activistas colocaron sillas en círculo frente a la tienda y lanzaron un debate público sobre las consecuencias del consumo excesivo. Una pancarta central gritaba a los transeúntes: “Q¿Qué futuro queremos?”.. Esto estaba pegado en un gran anuncio de la marca Tommy Hilfiger, suspendido a pocos metros del suelo.
Un llamado a reflexionar y actuar
Para reforzar su mensaje, algunos activistas, vestidos con batas blancas para simbolizar su papel científico, se acercaron a los transeúntes. Los invitaron a reflexionar sobre sus hábitos de consumo y participar de su círculo de discusión. Otros exhibieron una pancarta con un mensaje explícito: “Redirijamos la energía colectiva hacia lo que realmente importa”.
Aunque la acción se desarrolló de forma pacífica, la policía intervino y detuvo a trece manifestantes. Este tipo de operación simbólica atrae cada vez más la atención sobre el vínculo entre consumo excesivo y crisis medioambiental, una cuestión que los activistas desean situar en el centro de los debates públicos.
Viernes Negro Bruselas Rue Neuve
Belgium
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