En esta etapa, el conjunto Carolocataires está reclutando. Objetivo: movilizar al mayor número posible de personas para establecer un equilibrio de poder, base del movimiento sindical. “Por lo tanto, vamos a recibir a los inquilinos puerta a puerta o en espacios públicos”. Actualmente se está realizando la contratación en el centro urbano, donde el estado de la vivienda es lamentable. Isabelle, que vive en un apartamento ruinoso y expuesto a la humedad, se lanzó a la aventura. “Las paredes de las habitaciones de mis dos hijos están cubiertas de hongos, por más que las limpio, vuelven”testifica. “No es una cuestión de mantenimiento o ventilación de la vivienda, porque los vecinos están pasando por la misma situación. El edificio no es adecuado, casi insalubre. Queremos obligar al propietario a que lo mejore”. Se logró una primera victoria: “Le ordenamos que reemplazara el calentador de agua que ya no funcionaba y, bajo amenaza de acción, así lo hizo”.
Según Arnaud Bilande, la justicia, por muy social y buena que sea, no tiene capacidad para resolver todos los conflictos. En cualquier caso, en un plazo razonable porque muchas veces se requiere urgencia. Necesitamos otros medios de presión, de coacción.” Formado como una asociación de facto, el sindicato será un laboratorio. Los inquilinos de Carol se han instalado juntos en la sede del DAL (Derecho a la Vivienda) en el centro de la ciudad. “Nos inspira la experiencia francesa que empieza a dar sus frutos. Los propietarios no son el único objetivo. El objetivo también es sensibilizar a los funcionarios electos sobre la realidad del mercado del alquiler. Y hay necesidades evidentes”.
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